Marruecos propone integrar Ceuta y Melilla en su proceso de regionalización

El presidente de la Comisión Consultativa de la Regionalización y antiguo embajador marroquí en España, Omar Azziman, ha afirmado en una rueda de prensa en Rabat que ambas ciudades pasarán a formar parte de sus regiones correspondientes de Marruecos "cuando las hayamos recuperado", ya que esto es una "prioridad de la política exterior marroquí".

El conflicto entre España y Marruecos alrededor de Ceuta y Melilla vuelve a la palestra. Marruecos sigue convencido en luchar por "recuperar" lo que normalmente califica de "presidios ocupados". Esta vez, el discurso pasa por integrar a las dos ciudades autónomas españolas en el proceso de regionalización que el reino alauí llevará a cabo en su territorio y en el Sáhara Occidental en las próximas fechas y que otorgará mayor peso y autonomía a las regiones del país. Durante una rueda de prensa de la Comisión Consultativa de la Regionalización, celebrada este mediodía en Rabat, Omar Azziman, presidente de este organismo y antiguo embajador marroquí en España, ha asegurado que "Ceuta y Melilla se integrarán en la región donde están situadas el día que lleguemos a una solución para su recuperación", aunque no ha definido ni cómo ni cuándo. En el caso de Ceuta, pasaría a formar parte de la región de "Tánger-Tetuán". Melilla se incluiría en la de "Rif-Oriental".

Este proceso de regionalización que ha explicado hoy parte de la comisión que trabajó en él durante el año pasado, echará a andar en un futuro próximo, tras un debate en torno a sus conclusiones. Las dos primeras regiones donde se experimentará, en un principio, este plan que descentralizará el reino alauí en doce comarcas, están situadas en el Sáhara Occidental. Se trata de las zonas de "El Aaiún Saguia El Hamra", que incluiría las localidades de Tarfaya (ciudad marroquí), Esmara, El Aaiún y Bojador. La segunda sería la de "Dakhla Oued ed Dahab", cuya metrópoli sería Dajla. Esta primera fase se produciría siempre y cuando no se llegue antes a un acuerdo con respecto al Plan de Autonomía que Marruecos propuso hace tiempo a Naciones Unidas, pendiente todavía de una negociación a tres partes, junto con la propia ONU y el Frente Polisario. En todo caso, el hecho de integrar al Sáhara Occidental en el proceso de regionalización avanzada se llevaría a cabo, según Azziman, tan solo "de manera temporal", hasta que se "apruebe el Plan de Autonomía marroquí".

Marruecos se ha servido de varios prototipos extranjeros sobre regionalización para esbozar el suyo. Ha tomado como ejemplo, entre ellos, el modelo español, aunque asegura no haberlo copiado porque "cada país debe establecer un proceso acorde con su evolución histórica, no se trata de un trasplante de modelos", ha sostenido Omar Azziman, quien ha afirmado también que "España no hubiera atravesado un proceso autonómico sin los problemas de Cataluña y el País Vasco". El modelo marroquí seguirá basándose en el Estado soberano y mantendrá su integridad territorial, según han subrayado desde la Comisión Consultativa de Regionalización.

Marruecos quiere que este proceso sirva como palanca para el desarrollo democrático, económico, cultural, social y ecológico del país. Su implantación implica necesariamente un cambio en la Constitución actual. Un hecho que el rey Mohamed VI aprovechó el pasado 9 de marzo para prometer someter a referéndum reformas democráticas en la Carta Magna. Un claro movimiento de respuesta a las movilizaciones sociales que comenzaron en Marruecos el pasado 20 de febrero y que demandan cambios basados en una monarquía parlamentaria.

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