Wolfowitz se niega a dimitir al frente del Banco Mundial pese al escándalo por promocionar a su novia
El organismo ha analizado más de un centenar de documentos relacionados con el escándalo que tiene en la cuerda floja a su presidente
El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, ha afirmado que no piensa dimitir como número uno del Banco Mundial pese a las presiones para que abandone la institución por haber decidido personalmente que se ascendiera a su novia, Shaha Ali Riza, y se le subiera el salario.
"Creo en la misión de esta organización y creo que puedo llevarla a cabo", ha afirmado Wolfowitz en la rueda de prensa final de la Asamblea de Primavera conjunta de esa institución con el Fondo Monetario Internacional (FMI). "Este es trabajo importante y tengo intención de continuar", ha asegurado.
Más información
- El Banco Mundial aplaza su decisión sobre Wolfowitz
- Crecen las presiones para que Wolfowitz dimita
- El Parlamento Europeo pide la dimisión de Wolfowitz
- La comisión que investiga a Wolfowitz concluye que violó las normas del Banco Mundial al fijar las condiciones laborales de su novia
- Wolfowitz ruega al Banco Mundial que lo mantenga en el cargo
- El Banco Mundial se reúne en medio de la presión para que dimita su presidente
- El Banco Mundial crea un grupo especial de trabajo para analizar el 'enchufe' de Wolfowitz a su novia
- El consejo del Banco Mundial decide hoy sobre el caso de la novia de Wolfowitz
- El presidente del Banco Mundial asume su "plena responsabilidad" por el sueldo de su novia
Wolfowitz ha afirmado que está de acuerdo con la declaración emitida este domingo por el Comité de Desarrollo, que representa a los 185 países miembros, en la que pidió al Consejo Ejecutivo, que dirige el día a día de la institución, que continúe con su investigación del caso. "Este es un tema serio. El Consejo está analizando el tema y va a completar su trabajo. Creo que eso es algo en lo que estamos todos de acuerdo", han sido sus palabras.
La credibilidad del organismo, en juego
El Comité de Desarrollo ha expresado en su declaración su inquietud por el caso de presunto nepotismo. "La situación actual es de gran preocupación para todos nosotros", ha afirmado el Comité en su declaración final. El caso afecta a Shaha Ali Riza, la novia de Wolfowitz, quien recibió un ascenso y un aumento salarial por instrucción directa del presidente del Banco Mundial.
"Esperamos que el Banco mantenga un alto nivel de buen gobierno interno", afirma la declaración del Comité, que se ha reunido este domingo en el marco de la Asamblea de Primavera del Banco Mundial y el FMI. "Tenemos que garantizar que el Banco pueda llevar a cabo su mandato de forma efectiva y mantener su credibilidad y reputación, además de la motivación de su personal", señala el documento.
Wolfowitz pidió "perdón" el jueves por haber decidido personalmente promocionar y aumentar en casi 61.000 dólares el sueldo a Riza. Ella pasó a trabajar al Departamento de Estado con esas condiciones más ventajosas porque las normas del Banco Mundial impiden que una persona supervise a su pareja sentimental. La subida de sueldo dejó la remuneración anual de Riza en 193.590 dólares libres de impuestos.
Meses antes de llegar a la presidencia
Según documentos publicados por el Banco Mundial, Riza habría sido promocionada directamente por Wolfowitz tan sólo dos meses después de que el presidente del Banco Mundial tomara el control del banco, a donde fue recomendado por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, tras cesar en su cargo.
El pasado sábado, Shaha Ali Riza aseguró a la institución internacional que ella fue la víctima en el escándalo generado por su promoción en el Departamento de Estado y su incremento salarial del 8%, auspiciado por el que fuera número dos del Departamento de Defensa.
Críticas en el sector y apoyo de la Casa Blanca
La decisión, señalan distintos analistas, resta a Wolfowitz la autoridad moral necesaria para continuar con su misión a favor del buen gobierno en el mundo en desarrollo. "Wolfowitz ya llegó al Banco en una posición moral débil, como uno de los arquitectos de la guerra en Irak, pero su posición ahora es simplemente insostenible", según Kenneth Rogoff, profesor de la Universidad de Harvard y ex economista jefe del Fondo Monetario Internacional (FMI).
El académico se suma así al creciente coro de voces que piden la dimisión del funcionario de 63 años. Los llamamientos para que Wolfowitz tire la toalla llegan desde el interior del organismo, las páginas editoriales de periódicos como el Financial Times y The Guardian y organizaciones no gubernamentales como el Center for Global Development.
Wolfowitz, de todos modos, también tiene sus aliados, como el diario financiero The Wall Street Journal, que defendió esta semana en su sección editorial, de perfil conservador, la permanencia del ex funcionario de Defensa en el Banco.
Según el Journal, la verdadera disputa de fondo gira en torno al intento de Wolfowitz de hacer que el Banco y los países a los que les presta dinero asuman su responsabilidad por los resultados de sus proyectos, sobre todo al "exponer y castigar" la corrupción.
El Gobierno estadounidense, que tradicionalmente designa al presidente del Banco en un "pacto de caballeros" que otorga la dirección del FMI a un europeo, también ha expresado su apoyo a Wolfowitz. Así, tanto la Casa Blanca como el Departamento del Tesoro han manifestado que respaldan al hombre a quien el presidente de EE UU, George W. Bush, se refiere afectuosamente como Wolfie.