La radiación de Fukushima llega al mar
El operador de la central nuclear de Fukushima-1, que se vio gravemente afectada por el tsunami que golpeó el noreste de Japón, ha informado de que se han detectado trazas de radiación anormalmente altas en el agua del mar cerca de la planta.
El jefe del Gabinete japonés, Yukio Edano, ha dado instrucciones a distintas agencias del Gobierno para que redoblen los análisis en las aguas niponas, donde el lunes se detectaron, cerca de la central de Fukushima-1, niveles de radiación anormalmente altos.
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Edano hizo hincapié en que no se trata de niveles que puedan afectar a la salud aunque se beba agua marina durante un año. No obstante, pronosticó que si la radiación en las aguas continúa siendo elevada, podrían darse efectos dañinos, según informa la cadena pública NHK.
Por su parte, Noriyuki Shikata, director de comunicación de la oficina del primer ministro japonés, aseguraba esta mañana en Twitter que "no hay posibilidades de que los productos marinos de la región fueran distribuidos en el mercado después del terremoto".
El Gobierno japonés comparte sus datos sobre los índices de radiación con la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) y otras instituciones internacionales para su análisis.
La ONU habla de situación muy grave
En este sentido, el secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, cree que pese a los últimos avances, la situación en la central nuclear de Fukushima-1 continúa siendo muy grave.
La Compañía Eléctrica de Tokio (TEPCO) ha logrado reanudar los trabajos para conectar a la red los reactores uno, dos, tres y cuatro de la central de Fukushima-1. Los técnicos de la empresa pudieron confirmar además que el humo que salía de los reactores dos y tres horas antes se ha transformado en vapor.
"Consideramos que es seguro continuar con el trabajo", ha dicho un portavoz de la empresa. Las columnas de humo habían obligado a retrasar las tareas y a evacuar al personal.
Este martes está previsto que tres camiones dotados con mangueras de 50 metros de largo sigan lanzando agua a propulsión. Además, varias compañías privadas comenzarán a verter el líquido desde puntos más elevados.
El balance de víctimas por el terremoto de nueve grados que el 11 de marzo sacudió la costa noreste de Japón ha ascendido a 9.079 muertos y 12.645 desaparecidos, según ha informado este viernes la Agencia Nacional de Policía.