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La AIEA admite que desconoce la procedencia de las radiaciones que sigue emitiendo Fukushima

Los seis reactores de la central nuclear han sido reconectados a la red eléctrica, lo que permitirá agilizar las tareas de refrigeración y evitar nuevas radiaciones

Hablamos con los expertos del Gregorio Marañón, hospital de referencia en España para el tratamiento de contaminación radiactiva. El Jefe de Servicio de Oncología radioterápica, el Doctor Rafael Herranz, explica cómo y cuándo se debe utilizar el tratamiento con yodo y alerta sobre el "mercado negro" que se ha creado en torno a una sustancia que mal utilizada, sin prescripción médica, puede ser peligrosa para la salud. Además, explica la 'radiofobia' que al paciente le crea un alto grado de angustia y ansiedad que se combate con información solvente y con asistencia psicológica si fuera necesario / BÁRBARA PUYOL / ELISABET PALMA / MARÍA MANJAVACAS

Han pasado más de diez días desde el terremoto y posterior tsumani que ha llevado a la peor crisis nuclear de los últimos 25 años y la central japonesa de Fukushima-1 sigue emitiendo radiaciones a la atmósfera. Quizás lo más preocupante no sea este hecho, sino que la Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) ha reconocido este martes que desconocen cuál es exactamente la fuente de la que procede la emisión de radiación.

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A pesar de que la AIEA ha reconocido no saber de dónde procede la emisión de radiación, no todo son malas noticias: Los seis reactores de Fukushima-1 ya han sido reconectados a la red eléctrica, lo cual permitirá agilizar las tareas de refrigeración y evitar así una fusión parcial de sus núcleos, con la consiguiente nueva emisión de partículas radiactivas a la atmósfera.

"Seguimos viendo radiación procedente del lugar (...) y la cuestión es ¿de dónde procede exactamente?". Así de claro ha reconocido James Lyon, un responsable de la AIEA el desarrollo de los acontecimientos en la central nuclear Fukushima-1. En este sentido, la agencia internacional destaca que le preocupa no haber recibido información alguna por parte de Japón sobre la central. "No hemos recibido información validada durante algún tiempo relativa a la integridad del contenedor de la unidad 1, así que nos preocupa que no sepamos su estatus exacto", ha señalado otro responsable de la entidad atómica, Graham Andrew. La AIEA también carece de datos sobre las temperaturas de las piscinas de combustible agotado de los reactores 1,3 y 4, precisó este responsable, si bien ha precisado que las autoridades niponas sí están aportando otras informaciones.

Pero pese a la magnitud de la tragedia, comienzan a darse los primeros pasos para controlar la fuga. La empresa operadora de la central, la Compañía de Electricidad de Tokio (TEPCO), ha informado este martes que se ha recuperado el suministro eléctrico en las salas de control de los reactores tres y cuatro, lo cual permitirá controlar mejor la situación, según la agencia estatal de noticias Kiodo. Aparte, los directivos de TEPCO han pedido disculpas personales a la población por primera vez desde el once de marzo.

Este hecho ha sido recibido como una buena noticia por el ministro de Industria, Banri Kaieda, quien ha declarado que los avances en la reanudación del suministro eléctrico son positivos, aunque ha precisado que la situación en los reactores sigue siendo "extremadamente dura". Por su parte, el portavoz de la Agencia de Seguridad Nuclear japonesa, Hidehiko Nishiyama, ha dicho en rueda de prensa que la reanudación eléctrica permitirá que las autoridades puedan comprobar la eficacia de las medidas que se están llevando a cabo y aseguró que es improbable que la situación empeore.

Controles en la costa

Las autoridades japonesas han realizado este martes controles del agua en las costas de la planta nuclear, aunque aseguraron que los elevados niveles detectados no suponen una amenaza para la salud. Estos controles se llevan a cabo a 240 kilómetros al norte de Tokio, después de que en un intento desesperado por enfriar los reactores y las barras de combustible nuclear, los trabajadores han arrojado agua de mar en el edificio, aunque algunos expertos se han preguntado qué pasa con dicho agua.

"Me interesa saber cómo se desecha ese agua (...), si se desecha o se permite que se drene al mar", ha declarado Najmedin Meshkati, experto nuclear y medioambiental de la Universidad de California del Sur. "Se trata de agua desechada radioactiva. ¿Se ha medido su efecto radiactivo?", se preguntó.

Dos son las opciones que ha dado Hidehiko Nishiyama, subdirector general de la Agencia de Seguridad Nuclear, por las que el mar contener radioactividad: podría deberse al agua utilizada para enfriar los reactores o por las partículas expulsadas desde la planta. "Personalmente, creo que la segunda opción es la más probable", ha opinado durante una rueda de prensa.

Los niveles de radiación de iodo 131 presentes en las muestras de agua de mar recogidos frente a la planta eran 126 veces más elevado que el límite. Así lo ha asegurado TEPCO según la agencia Kyodo, que ha añadido que los niveles de celsio 134 eran 25 veces superior a lo permitido, así como la presencia del celsio 137, que era de 16 veces más. Según la compañía propietaria de la planta, también se ha detectado un rastro de cobalto 58.

Ya el lunes, el portavoz del Gobierno japonés, Yukio Edano, había dicho que se habían encontrado niveles de radiación por encima de lo permitido en el mar, pero dijo que estos niveles seguían "siendo seguros incluso si bebes agua de mar durante un año", a lo que añadió que "si esto continuase durante un largo periodo, se verían algunos efectos, por lo que hemos pedido a los ministerios concernidos que realicen un control de las aguas del mar".

Educación, cultura, deporte, ciencia y tecnología: encargados del control

Los Ministerios de Educación, Cultura, Deporte, Ciencia y Tecnología analizarán la radiación del agua de mar en ocho zonas cerca de la planta de Fukushima-1, mientras TEPCO planea llevar a cabo sus propios estudios, según explicó Kyodo.

Además, el Gobierno ha enviado un barco de investigación para tomar muestras. Hideo Morimoto, director de la Agencia de Recursos Naturales y Energía, explicó que la radiación en el agua de mar se disipará y que otros países costeros no están en riesgo.

"Con los niveles actuales de radiación, es imposible que alcance los océanos a nivel mundial", aseguró. "Se encuentra a unos niveles que podemos soportar en nuestra vida diaria", añadió. Desde la Federación Nacional de Cooperativas de Pesca de Japón se asegura que no hay pesca en las zonas afectadas.

Fosas comunes forzadas en un país mayoritariamente budista

Dado el continuo incremento del número de víctimas por el terremoto de nueve grados en la escala Richter que el pasado once de marzo sacudió la costa noroeste de Japón, que ya ha ascendido a 9.079 muertos y 12.645 desaparecidos, según ha informado este viernes la Agencia Nacional de Policía, en algunas ciudades como Higashimatsushima, en Miyagi, han comenzado los preparativos para enterrar a unas mil personas en un terreno donado por el gobierno local.

No obstante, tal y como ha indicado el alcalde de esta ciudad, Hideo Abe, se trata de una medida temporal, ya que en Japón, un país mayoritariamente budista, lo habitual es incinerar los cuerpos, pero ahora no es posible debido al déficit de energía derivado de la catástrofe.

Las víctimas pertenecen a un total de seis prefecturas, aunque las más afectadas son las de Fukushima, Miyagi e Iwate. En cuanto al número de damnificados, se calcula que unas 310.000 personas han tenido que ser evacuadas, incluidos los vecinos de la central nuclear Fukushima-1, que ahora se reparten en 2.100 refugios temporales de 16 prefecturas.

Sony tiene suspendidas once de sus fábricas

El fabricante japonés de productos de electrónica de consumo Sony se ha visto forzado a suspender la producción en cinco de sus fábricas japonesas ante la falta de suministros. Asimismo, la producción continúa suspendida en seis de sus plantas afectadas por el terremoto o el tsunami.

En concreto, la multinacional ha confirmado la suspensión temporal de su producción en las plantas de las prefecturas de Shizuoka, Gifu, Oita, y Aichi, que no se vieron afectadas por la catástrofe y los posteriores apagones, pero que no pueden desarrollar su labor por la falta de componentes.

A pesar de los esfuerzos para restaurar la normalidad en estos centros de producción, Sony no descarta otras alternativas, "incluyendo la posibilidad de trasladar temporalmente la producción de ciertos productos a otras plantas fuera de Japón".

 
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