José Bono: "No estábamos invitando a Madre Maravillas a que leyera nada"
La Mesa rechazó la propuesta del presidente del Congreso de que una lista de famosos lea la Constitución en su treinta aniversario
Tras lo de Sor Maravillas, la Mesa rechazó este martes por segunda vez en una semana una idea del presidente del Congreso José Bono. El grupo socialista en el Congreso ha arropado al presidente de la Cámara en su idea de conmemorar el 30 aniversario de la Constitución con una lectura de la Carta Magna por parte de famosos, como Rafael Nadal o Iker Casillas, pese a la oposición del resto de grupos.
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Durante la reunión semanal del órgano rector del Congreso, Bono tenía guardada una "sorpresa" para los actos conmemorativos del Día de la Constitución, que incluía una lectura de sus artículos por 350 niños acompañados de personajes conocidos como Fernando Alonso, Iker Casillas, Rafael Nadal, Alberto Contador, Miguel Bosé, Ramón Calderón, Joan Laporta, Estopa o Pilar Rubio.
La secretaria cuarta del Congreso, Celia Villalobos, del PP, protagonizó un agrio enfrentamiento con Bono a cuenta de esta lista, según fuentes parlamentarias, hasta el punto de que el presidente de la Cámara optó por retirar la iniciativa sin someterla a votación.
Sin embargo, se mantiene la lectura, el día 5, a cargo de alumnos de colegios que serán invitados al salón de plenos. José Bono explicó que en"España no hemos tenido periodos tan prolongados de libertad como para no celebrarlo" .
La mesa del Congreso tumbó esta propuesta después de que Bono y el servicio de prensa del hemiciclo ya se hubiera puesto en contacto con algunos de los deportistas. El político, en declaraciones al programa La Ventana de la SER, quiso agradecer la disposición de esos deportistas a colaborar en el acto. Asimismo, no quiso aclarar ni revelar quiénes fueron los que rechazaron esta iniciativa y afirmó "tengo la obligación de no alimentar polémicas, somos como somos, nos conocemos" .
Para José Bono, el hecho de que deportistas de la talla de Rafa Nadal, Iker Casillas y Contador acudieran al hemiciclo a leer la Constitución junto a los niños, no le parece uno de los "errores más crasos y más condenables" porque "no estábamos invitando a Madre Maravillas a que leyera nada".
Bono no quiso arriesgarse a toparse con una situación parecida a la de la semana pasada, cuando se vio obligado a echarse atrás en un acuerdo adoptado el día 4 por la Mesa para colocar una placa de homenaje a la monja madrileña Santa Maravillas de Jesús. El presidente del Congreso reconoció que no le agrada el que se pueda situar a su persona en el centro de un huracán en el que algunos aprovechan para mostrar sus discrepancias y otros para atacarlo.
En cuanto a esto, el político afirmó que su obligación es no perder la cabeza y acertar lo que democráticamente se decide, como en el caso de Sor Maravillas. El político reconoció que el error que cometió en todo el caso de Sor Maravillas fue "probablemente callar y no explicar desde el primer momento que no era un homenaje a una monja por ser católica y no haber dicho que era una placa que se pondría con el consenso de todos los grupos".
No obstante y pese a las últimas polémicas, Bono recalcó "yo soy socialista desde aquella época en la que no se podía ser sin peligro de ir a la cárcel" y añadió "si dios quiere, moriré con el carnet socialista en el bolsillo".
Discrepancias entre los grupos políticos
En el caso de la placa homenaje, su propio grupo parlamentario -el socialista- abanderó la posición contraria a la de Bono, esta vez el PSOE ha cerrado filas en torno a su persona.
Así, la vicepresidenta primera del Congreso, Teresa Cunillera, ha subrayado que el día de la Constitución es de todos, "famosos y no famosos", antes de enfatizar que ella siempre está de acuerdo con las decisiones que toma Bono.
Para el secretario general del grupo socialista, Ramón Jáuregui, "no está mal" que la celebración de este aniversario sea "un poco mundana". Aunque ha admitido que no conocía a fondo la iniciativa de Bono ni sabía los nombres de los personajes que había propuesto, ha considerado que, en todo caso, era una medida "razonable".
Tampoco el diputado de IU, Gaspar Llamazares, desaprueba radicalmente la iniciativa, con el argumento de que hay que hacer todo lo posible para que el trigésimo aniversario "no pase sin pena ni gloria", y se reduzca a una mera celebración para los medios de comunicación.
Llamazares, preocupado de que se dé la impresión de que la Carta Magna "no está viva", aprovecha también para proponer un debate político sobre una ley que ya está "madurita" y es "imprescindible" modernizar.
En el polo opuesto está el grupo popular, dolido porque Bono no le consulte para preparar estos actos.
Quien se ha encargado de poner voz a esta queja ha sido el secretario general del grupo, José Luis Ayllón; ha dicho que si Bono hubiera contado con ellos entre todos habrían encontrado una fórmula adecuada para homenajear la Constitución.
Aunque ha negado que el disenso del PP sea "ni mucho menos" una represalia al caso de sor Maravillas, Ayllón ha insistido en la necesidad de que todos los grupos participen en la organización de este tipo de celebraciones.
Más allá en sus consideraciones ha ido la propia Villalobos para reprochar a Bono su "estilo un poco dictatorial".
Villalobos sostiene que el presidente se presentó con una "lista cerrada, que leyó, y dijo que o esto o nada", pero aclara que el PP no se opone a ninguna de las personas de esa "corta" relación: "La hubiéramos hecho mayor y con una representación más equilibrada de toda la sociedad española", asegura.
El vicepresidente tercero del Congreso, Jorge Fernández Díaz, del PP, impulsor de la placa a la santa, cree que se ha impuesto "la doctrina Maravillas", que obliga a acuerdos unánimes en la Mesa para celebrar homenajes.
Al portavoz del PNV, Josu Erkoreka, le llama la atención que el Congreso, que "se tiene por la máxima representación de la voluntad soberana del pueblo", necesite para lanzar sus mensajes el respaldo y el efecto multiplicador "de famosos del mundo de la farándula".