Gallardón casa a una pareja gay pese a las críticas de su partido

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ofició esta mañana, en la plaza Mayor de la capital, ante un centenar de invitados, su primera boda entre personas del mismo sexo, lo que le ha supuesto duras críticas, entre ellas las del Arzobispado, pero también las de su propio partido.

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz Galllardón, se remitió hoy a la igualdad de todos los ciudadanos que afirma el artículo 14 de la Constitución Española, al oficiar su primera boda homosexual. Asimismo, hizo un repaso al Código Civil, recordando a los contrayentes sus derechos y deberes, y poniendo de manifiesto que, casar a dos personas del mismo sexo, entra dentro de la ley.

El acto tuvo lugar en el Salón Real de la Casa de la panadería. En èl se congregaron algo más de setenta invitados; entre ellos, la diputada popular Celia Villalobos, para quien la boda fue "muy bonita", y la concejala de Urbanismo del Ayuntamiento de Madrid, Pilar Martínez.

Igualmente, asistieron a la ceremonia la concejala de las Artes, Alicia Moreno, el consejero de Sanidad, Manuel Lamela, que calificó la boda de "acto entrañable", y el presidente de la asociación Movimiento contra la Intolerancia, Esteban Ibarra.

A la entrada de Gallardón, un intento de aplauso de uno de los asistentes, que nadie apoyó, recordó que, los protagonistas, aún no habían llegado. Los novios, el 'popular'Javier Gómez y el responsable del programa de asesoramiento de Gays, Lesbianas y Transexuales de la Comunidad de Madrid, Manuel Ródenas, entraron en el salón a las 13.15.

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Gallardón ofició una ceremonia breve, durante la cual pronunció el poema "El profeta", de Gibrán Jalil Gibrán. En el texto, se incluían frases como "juntos permaneceréis para siempre" y "juntos estaréis en la memoria silenciosa de Dios". Además, se refirió a éste como un "auténtico día feliz", al hilo de la canción "Oh, happy day" que interpretó, a la entrada, un coro de música 'gospel'.

Fueron dos testigos mujeres quienes se sentaron a ambos lados de los novios, haciendo las veces de las tradicionales madrinas. Tras el acto, la poetisa y amiga de los contrayentes, Ruth Toledano, leyó un discurso y recitó una poesía de Luis Cernuda.

Compañeros de partido y de la oposición, colectivos homosexuales y conservadores e, incluso, la Iglesia católica, han reprochado a Gallardón que oficie una boda que, sobre todo, no ha pasado desapercibida.