17 militares españoles muertos al estrellarse su helicóptero en Afganistán

El ministro de Defensa, José Bono, "no descarta la hipótesis de que un ataque exterior" derribara el helicóptero en el que viajaban 17 militares españoles que han muerto en la localidad afgana de Herat (al oeste del país). Otro helicóptero, que viajaba junto al siniestrado, ha tenido que hacer un aterrizaje de emergencia y en esta maniobra han resultado heridos cinco militares.

En una comparecencia en el Ministerio de Defensa, y tras enumerar los nombres de los militares fallecidos, Bono explicó que inicialmente el Estado Mayor de la Defensa consideró que se podría tratar de un accidente, aunque pronto se barajó la posibilidad de que el siniestro se hubiera producido por "un ataque desde el exterior".

El ministro ha insistido en que el aparato estaba en perfecto estado y había sido revisado hace poco tiempo. Según el propio Bono, el helicóptero estaba en perfectas condiciones administrativas y de navegación.

"En un primer momento se consideró exclusivamente la hipótesis de un accidente, pero a través de una fotografía hemos visto que se trataba de una zona muy montañosa, pero que el impacto se había producido en una llanura; ésta es la razón por la que no se ha descartado absolutamente que pudiera tratarse de un ataque exterior", explicó.

Bono se traslada hacia Afganistán para "estar presente en los trámites de identificación y de repatriación" de los cuerpos.

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Doce pertenecían a Figueirido, cinco a Sevilla

El accidente o ataque se producía a las 11.01, hora afgana (dos horas y media menos en España), cuando un helicóptero Cougar del Ejército de Tierra se precipitaba a tierra. Doce de las víctimas pertenecían al Regimiento Aerotransportable número 29, con base en Figueirido (Pontevedra) y los otros cinco al acuartelamiento sevillano de El Copero.

Un segundo aparato tuvo que realizar una maniobra de emergencia, resultado heridos cinco militares. Ambos aparatos regresaban del sur de la provincia afgana de Herat, donde realizaban vuelos tácticos de la zona.

La portavoz adjunta de la OTAN, Carmen Romero, ha confirmado en los micrófonos de la Cadena SER, que ambos aparatos estaban entrenándose para participar en las elecciones afganas, previstas para septiembre. Romero también ha confirmado que se ha abierto una investigación "dirigida por las autoridades españolas" y ha transmitido las condolencias al pueblo español por este trágico siniestro.

Los cadáveres de los diecisiete soldados han sido evacuados al hospital militar de Herat (oeste de Afganistán), según informó la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad en Afganistán (ISAF).

Despliegue en Herat

Herat es la localidad en la que se encuentran desplegadas las fuerzas españolas presentes en el país. En la actualidad hay unos 850 militares españoles en Afganistán después de que el pasado día 5 saliera un nuevo contingente de refuerzo con unos 200 soldados de la Brigada Ligera Aerotransportable.

El objetivo de los militares españoles es garantizar la seguridad en las elecciones parlamentarias afganas, previstas para el próximo 18 de septiembre, dentro de la segunda fase de expansión de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF), desplegada bajo mandato de la ONU y en la que participan unos 10.000 soldados de 37 países.

El área de responsabilidad de España abarca 145.740 kilómetros y presta apoyo logístico sanitario y de seguridad a los equipos de EEUU, desplegados en Farah; de Italia, en Herat ciudad; de Lituania, en Changcharan (Ghor), y de España, en Qala-i-Naw.

281 militares extranjeros muertos

Con la muerte de los 17 españoles, en Afganistán ascienden a 281 los militares extranjeros fallecidos en el marco de la operación Libertad Duradera, lanzada por Estados Unidos en otoño de 2001, y de la Fuerza Internacional de Asistencia para la Seguridad (ISAF).

No obstante, esta cifra procede de recuentos extraoficiales, porque la ISAF no tiene un listado centralizado de víctimas. Con fecha 11 de agosto de 2005 eran 264 las víctimas, de las que 224 eran estadounidenses, 17 alemanes, siete canadienses, cuatro británicos, tres daneses, tres rumanos, dos franceses, dos italianos, un australiano y un noruego.