Al menos 330 muertos, la mitad niños, en el asalto a la escuela de Osetia

La cifra de víctimas mortales en el asalto de la escuela de Osetia del Norte, asciende ya a 330, de las cuáles 150 son niños y 26 secuestradores. Esta cifra, ofrecida por un portavoz del Gobierno de esa républica rusa, podría aumentar hasta los 460, según el Ministerio de Sanidad de Osetia. Mientras se sigue buscando muertos debajo de los escombros, el presidente Putin ha admitido, en un discurso televisado, que no han sabido reaccionar "de manera adecuada". Los investigadores creen que los terroristas aprovecharon las obras realizadas durante el verano en el edificio para esconder las armas y explosivos.

"Entre los muertos hay niños, padres, profesores de la escuela y miembros de las fuerzas del orden", declaró esta tarde un representante de la célula de crisis, quien ha reconocido que el número de muertos podría aumentar a medida que se vayan limpiando los escombros.

No obstante, esta cifra sólo contabiliza los muertos en la escuela, y no los fallecidos durante el traslado a los hospitales o en estos, por lo que el Ministerio de Sanidad de Osetia del Norte se atreve a elevar a 460 el número de fallecidos en el asalto. En memoria de los muertos, el presidente Putin ha declarado dos días de luto nacional.

Más de 700 personas resultaron heridas y fueron atendidas en los hospitales de Beslán, Vladikavkaz y Ardon, aunque algunos fueron asistidos en unidades móviles. Actualmente permanecen ingresados en el hospital clínico de Beslán 50 de los 556 heridos atendidos. A Vladikavkaz se trasladó a un total de 428 pacientes.

Las bajas en las filas de los secuestradores ascienden a 27, ocho de ellos aniquilados dentro de la escuela y el resto en las proximidades, dijo un responsable de la célula de crisis a Interfax. Entre ellos habría diez ciudadanos de países árabes.

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PUTIN: "HEMOS SIDO DÉBILES, Y LA DEBILIDAD MATA"

En la jornada de hoy, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, ha hecho varias declaraciones a los medios de comunicación. Por la mañana el presidente ordenaba el cierre de las fronteras de Osetia del Norte y bloquear la ciudad de Beslán con el fin de encontrar a los responsables del ataque terrorista.

Además, negó que el uso de la fuerza se hubiera planeado de antemano. "La situación evolucionó muy rápido y de forma inesperada", admitió Putin, que reconoció que las fuerzas de seguridad habían sufrido "pérdidas importantes".

Por la tarde, y en un discurso televisado a la nación, Putin admitía que había "mostrado debilidad" frente al peligro terrorista y que en ningún caso había que "ceder al chantaje".

"No hemos sabido reaccionar de manera apropiada. Hemos demostrado debilidad, y la debilidad mata". "No hay que ceder al chantaje", agregó el presidente ruso.

LAS ARMAS FUERON LLEVADAS AL CENTRO EN VERANO

Por su parte, las investigaciones sobre el secuestro y posterior asalto han comenzado a dar sus primeros resultados. "Los explosivos, las armas y las municiones fueron llevados a la escuela durante los trabajos de reparación de este verano. Los ocultaron como materiales de construcción", según señala una fuente de la seguridad osetia cercana a la investigación.

En este sentido, precisó que el comando había ocultado los explosivos y las armas en un escondite bajo el suelo. Al parecer, dijo, según han relatado los rehenes, nada más producirse el secuestro los captores abrieron el escondite y sacaron el armamento.

Desde que comenzó la toma de rehenes se produjeron numerosos tiroteos con las fuerzas de seguridad apostadas en torno a la escuela y algunas explosiones. Asimismo, el comando pro checheno colocó explosivos y minas tanto en el gimnasio, donde concentraron a todos los rehenes, como en el exterior de éste lo que ayer dificultó la operación de las fuerzas de seguridad y actualmente complica las labores de rescate de los cuerpos de las víctimas.