Rusia honra a las víctimas de la escuela de Beslán un año después

Cientos de personas desfilan hoy hacia la Escuela Número 1 de Beslán, en la república caucásica rusa de Osetia del Norte, para conmemorar el primer aniversario de la toma de rehenes a cargo de terroristas chechenos y que, el 3 de septiembre de 2004, se saldó con la muerte de 338 personas, entre ellos 172 niños.

Con policías alineados por las calles, los habitantes de la ciudad fueron desplazándose hacia el gimnasio de la ciudad, llevando rosas y claveles rojos, y tuvieron que pasar por detectores de metal para alcanzar el patio de la escuela. Algunos depositaron velas, flores y animales disecados en las ruinas del gimnasio donde estuvieron retenidos los más de 1.100 rehenes, mientras los religiosos rusos ortodoxos entonaban oraciones.

Los visitantes caminaban lentamente por los pasillos, deteniéndose a mirar grandes fotografías de las víctimas y en el gimnasio se escuchaba un coro de sollozos.

"Por supuesto, todo el mundo, todos los osetios celebrarán este día de dolor, posiblemente el día más triste de nuestra vida. Mo podría ser de otra manera. Dispararon por la espalda a niños que tenían cinco años, diez años", declaró Sergei Zutsev, de 65 años, que tiene un sobrino que resultó gravemente herido.

Pero además del dolor, los habitantes de Beslán expresaron ayer su furia contra las autoridades, a las que acusan de no haber investigado adecuadamente el suceso y no haber detenido a miembros de la seguridad por no haber impedido el secuestro.

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"Esto fue una vergüenza para toda la humanidad", manifestó Georgy Gutiyev, de 73 años, cuya sobrina-nieta de 15 años murió en el atentado. "Excepto por la compasión del mundo, aquí no ha cambiado absolutamente nada y es completamente posible que esto pase otra vez", añadió.