Paloma Díaz-Mas: la emocionante historia de lo que no vemos en un plato

Madrid

Paloma Díaz-Mas ha escrito uno de los mejores libros de temática gastronómica que se han publicado en los últimos años. El pan que como (Anagrama, 2020) cuenta una historia extremadamente sencilla: la de una mujer que baja a una tienda de comidas preparadas, compra un cocido, sube a casa... y se lo come. Lo extraordinario es que cada uno de los procesos que hacen posible esa experiencia le sirven para reflexionar de forma muy profunda sobre el hecho gastronómico.

Paloma Díaz-Mas (Madrid, 19549 y fue catedrática de Literatura Española y Sefardí en la Facultad de Letras de la Universidad del País Vasco, en Vitoria. También ha sido profesora del CSIC y autora de varias novelas. Con una de ellas, El sueño de Venecia, ganó el prestigioso Premio Herralde de 1992.

Pero El pan que como no es una novela sino una obra narrativa que, por momentos, recuerda mucho a un ensayo y, sobre todo, una fuente inagotable de reflexiones sobre nuestra relación con la comida. Reflexiones ajenas a los vicios del periodismo gastronómico que, además, desprenden verdad y un gran bagaje cultural.

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La idea del libro germinó a partir de una palabra japonesa, itadakimasu, que se usa como agradecimiento hacia quienes han hecho posible la comida: "Quienes han cultivado los vegetales o han criado a los animales, quienes lo han preparado... e incluso a los propio ingredientes", señala la autora en la entrevista concedida a Play Gastro Lalalá. "La idea de que al comer te estás beneficiando del trabajo de miles de personas es lo que dio origen al libro".

Paloma Díaz-Mas denuncia la escasa visibilidad de la que, en comparación con los hombres, disfrutan las profesionales del sector gastronómico. Pero sus reflexiones más acertadas se apoyan en detalles cotidianos a los que normalmente no se les presta mucha atención, como que el éxito del cocido está muy relacionado con la posibilidad de poder cocinar y ocuparse de otras tareas a la vez, o con la el origen —moralista y sexualizado— de frases hechas como "tanto va el cántaro a la fuente".

"En el libro hablo de mis recuerdos y parte de la educación que recibí fue franquista, con la Sección Femenina. Pautas para organizar la casa, cocina, costura... Eso fue importante para las mujeres del mundo rural", señala la autora. "Proporcionó conocimientos interesantes y muy orientados, eso sí, a que fuéramos únicamente amas de casa. Cosa que, por suerte, no ha sido así".

La autora de El pan que como reflexiona también sobre su relación con los animales —"sería incapaz de cazar porque soy incapaz de disfrutar quitándole la vida a un ser vivo"— y de su elección por la dieta omnívora. "Si lo natural es lo que sucede en la naturaleza, ahí unos organismos se alimentan de otros", señala. "Pero el desperdicio alimentario sí que me parece un atentado contra la vida".

Paloma Díaz-Mas reivindica el legado de la sabiduría popular que, en su caso, recibió aprendiendo a cocinar junto a su madre o acompañándole a hacer la compra. "Tenemos pendiente que los hombres se involucren en las tareas domésticas y de cuidados, pero también que cualquier persona pueda prepararse una comida. Hoy en día muchas mujeres no saben cocinar", asegura.