Goleada al ritmo de Iago Aspas

Vigo

La semana de la renovación de Claudio Giráldez ha terminado de la mejor manera posible. Tras un mal inicio, el Celta remontó el tempranero gol del Las Palmas antes del descanso y en el segundo tiempo fue un vendaval de juego y ocasiones hasta acabar en un 4-1 que incluso se quedó corto.

Hasta cuatro cambios introdujo el técnico porriñés en el once, destacando el regreso de Unai Núñez a la defensa, la apuesta de Carles Pérez como titular como carrilero y quizás la más sorprendente la entrada de Swedberg en el sitio de Bamba. Primera vez que salía de inicio el sueco en Liga. Pese a las modificaciones, el inicio no fue nada prometedor. En el minuto 10, Herzog salta por encima de la defensa en el área pequeña para rematar un centro de córner y abrir el marcador. No estuvo fino Guaita ni la defensa. Poco después tuvo Munir el 0-2, pero su tiro pegó en el lateral de la red. Más clara la tuvo Herzog en una jugada calcada al del primer tanto, aunque esta vez Guaita sí despejó su testarazo.

Pasada la media hora de juego, el dominio del Las Palmas se empezó a tambalear tras un remate a bocajarro de Larsen que se estrelló en Vallés. En el siguiente ataque claro llegó el empate. Buena jugada individual de Carles que le puso un pase perfecto a Aspas, que conectó un tiro que sorprendió al portero rival. Dos minutos después del empate, el moañés le puso un balón magnífico a Swedberg que no falló en el mano a mano con Vallés. Remontada exprés con el capitán como protagonista.

Aluvión de oportunidades

El segundo tiempo fue un monólogo celeste. Aprovechando la defensa adelantada canaria, los de Giráldez hicieron un destrozo con constantes desmarques al espacio. Del 45 al 60, el cuadro vigués tuvo cuatro ocasiones muy claras de gol que evitó el portero de Las Palmas con excelentes intervenciones, especialmente para desviar un cabezazo de Jailson. Antes despejó dos uno contra uno contra Mingueza y Swedberg y un disparo potente de Beltrán.

La resistencia amarilla se hundió definitivamente en el 71' tras un robo de Aspas que se plantó solo ante Vallés y le regaló el gol a Douvikas, que solo tuvo que empujarla a puerta vacía. Desde su entrada al campo, el griego fue una pesadilla para el rival. Cinco minutos después le devolvió el favor al diez celeste con un gol calcado al tercero. Esta vez el pase fue de Douvikas y el remate a bocajarro de Aspas. Con 4-1 el encuentro quedó visto para sentencia e incluso Hugo Álvarez tuvo el quinto en un tiro claro en el punto de penalti que se fue alto.

Con este triunfo, el Celta mete presión al Cádiz en su visita a Girona al aumentar la diferencia en seis puntos y en diez goles en el goalaverage entre ambos.