La familia del último chabolista de A Pasaxe evitó que presenciara la demolición de su asentamiento

A Coruña

La última chabola del poblado de A Pasaxe ha quedado reducida a escombros a las 11.20 de esta mañana. Previamente operarios municipales estuvieron retirando la chatarra que había alrededor, que era bastante, porque era el método de subsistencia del último habitante del asentamiento, Gonzalo Barrul de 61 años. Reside allí desde hace 40 años.

En la chabola durmieron la pasada noche dos de los hijos de Barrul aunque no viven allí. Se encontraban en el lugar cuando acudieron los efectivos policiales a desalojarlos. Abandonaron voluntariamente la zona, pero se personaron varios familiares y allegados a los que no se les permitió acceder al poblado.

El padre no estaba allí, sino en el piso de uno de los hijos. Ricardo Jiménez, conocido de la familia presente en el lugar, explica que Barrul sufre con la situación. Se negaba a irse del poblado.

A todos los residentes del poblado se les han ofrecido alternativas de alojamiento desde el área de Servicios Sociales del Concello, pero Barrul se negaba a aceptarlas. Dice Jiménez que le ofrecían un quinto piso pero no lo aceptaba porque allí no podía almacenar la chatarra con la que, dice, se gana la vida.

Jiménez asegura que en el poblado quedaban dos caravanas, un camión y abundante chatarra. Los familiares de Barrul acudían esta mañana con intención de retirarla a pesar de que eran conocedores de que el desalojo se produciría hoy. La familia explica que, según les han comunicado, les permitirán ir a recoger sus pertenencias esta tarde. Jiménez afirma que este es el final del poblado, "ya no hay más capítulos", ha dicho.

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