Juan Pérez Domínguez, más de 60 años vinculado al mundo del arbitraje en el fútbol

Juan Pérez Domínguez un redondelano de nacimiento, pero vilagarciano de adopción, nos ha querido contar su experiencia vital durante más de 60 años vinculado al mundo del arbitraje en el fútbol, primero como colegiado y asistente y después como informante e instructor en la delegación del colegio de árbitros de Pontevedra.

Empezó en este deporte como futbolista en el Pasarón, equipo de la Regional Preferente, en el que ocupaba la posición de defensa. La dificultad de compatibilizarlo con la carrera de magisterio que hizo a la par que el servicio militar motivó su decisión de dejarlo, y con 25 años entra en el arbitraje, año 1954, tiempos en los que la delegación tenía su base en una zapatería “porque el delegado era zapatero y allí se acordaban las designaciones de cada jornada”.

Entonces no había cursos de formación, así que chapar el reglamento y al campo, “te daban el reglamento de fútbol de Pedro Escartín y cuando te lo estudiabas te daban un banderín y a la faena”. Su primer partido como árbitro no lo recuerda pero sí como asistente en la tercera división, fue un Pontevedra-Marín, encuentros que en aquel entonces no se jugaban sin la presencia de la Guardia Civil “por cuestiones de seguridad porque los campos no tenían vallas y los aficionados estaban de pie pegados a nosotros, no tenían más que estirar el brazo y ya estábamos a su alcance”.

Como árbitro principal no superó la Tercera División pero como asistente recorrió buena parte de España con su Seat 600 al participar en partidos de Primera en Madrid, Barcelona, Bilbao o Cádiz entre otros estadios.

Con 42 años lo dejó, decisión a la que ayudó una lesión en el tendón de Aquiles. Y luego vino la labor de informador en los campos, más complicada dice que la del arbitraje “porque estaba en tus manos una puntuación que posibilitaba o impedía los ascensos, así que había que ser justos porque si pensabas favorecer a un árbitro y darle un empujón para que diese el salto sabías que estabas perjudicando a otro”.

Y por último fue profesor en la delegación, en fin, un montón de facetas que siempre ejerció con enorme pasión.