El protocolo de Sanidade ante casos de sumisión química busca la coordinación entre los ámbitos sanitario, judicial y policial

Santiago de Compostela

"No recuerdo bien lo que me pasó", "me desperté en un sitio que no es el habitual", "mi ropa estaba mal puesta"... Estas son algunas de las frases más repetidas entre las víctimas de sumisión química, porque es precisamente la amnesia el síntoma común tras una agresión de este tipo. De ahí que el protocolo de actuación que ha activado Sanidade ante casos sospechosos las incluya como indicadores que deben tener en cuenta los profesionales sanitarios. El protocolo establece un procedimiento unificado que debe seguir el personal -ya sea en Urgencias, Puntos de Atención Continuada o centros de salud- para garantizar la correcta asistencia a las posibles víctimas y facilitar su denuncia e investigación.

El documento incluye criterios y recomendaciones que pasan por la exploración en un lugar privado o el apoyo psicológico. El objetivo, según el director de Asistencia Sanitaria del Sergas, Jorge Aboal, es evitar que las víctimas "tengan que repetir una y otra vez el suceso, porque es una situación muy estresante y agobiante". Aboal insiste en que la atención debe ser "rápida, ágil, cuidadosa y amable con la paciente".

Además de la parte asistencial, el protocolo fija unas pautas para trasladar los casos sospechosos al juzgado. También incide en la necesaria coordinación con la parte judicial y las fuerzas del orden. De hecho, el texto será enviado al Observatorio Galego da Violencia de Xénero, donde están representados profesionales de todos los ámbitos implicados en la lucha contra la violencia machista.