"Su mujer intentó ayudarle, pero él no tenía fuerza y se lo llevó la corriente": así fue la angustiosa desaparición de José por la DANA

Madrid

Miguel Ángel, su yerno, ha reconstruido para Radio Madrid cómo fueron los momentos previos a que José, el hombre de 83 años y vecino de Villamanta, fuera arrastrado por la riada que provocó la DANA cuando se encontraba en las inmediaciones de su vivienda, cerca de un geriátrico del municipio.

Afirma que sus suegros, cuando se percataron de la cantidad de agua que estaba entrando en la casa -más de un metro y medio de altura- intentaron salir, pero se encontraron con la gran intensidad con la que llegaba la corriente por ambos lados de la vivienda. Fue entonces cuando la mujer de José intentó ayudarle para que se subiera a un resalte y se agarrara a las rejas de la ventana, pero el hombre no tenía suficiente fuerza para alzarse: "Ella se encaramó a un metro de altura del suelo y se agarró a las rejas, pero mi suegro fue perdiendo la fuerza y se lo llevó el agua. La corriente tiró los muros del recinto y el flujo se lo llevó hasta el río y allí se perdió".

"Mi suegra empezó a pedir ayudar, y gracias a unos vecinos que se percataron de la situación pudieron socorrerla, pero mi suegro ya se había perdido", señala. Insiste Miguel Ángel en que los momentos posteriores a que se lo llevara la fuerza del agua tuvieron que ser muy duros para su suegro por todos los obstáculos que se encontraban en el camino y con los que previsiblemente el hombre chocó mientras era arrastrado: "Tuvo que ser un trayecto terrible para él, lleno de golpes...algo incompatible con la vida", admite.

Aunque la búsqueda sigue activa, cada hora que pasa le aleja más de la supervivencia. Ahora, señala el yerno, solo les queda la esperanza de poder encontrarle para enterrarle. "Esperamos que el dispositivo de la Guardia Civil y el equipo de unidad militar de Emergencias le encuentre para poder darle cristiana sepultura". Afirma, además, que la reconstrucción de la zona tiene que ser global porque el temporal ha sido devastador. Lo mismo ocurre con la casa de los octogenarios, que ha quedado totalmente destrozada por el agua y con multitud de daños materiales.