Qué es el melón amargo

Madrid

Se llama melón amargo, pero también hay quien lo conoce como cundeamor chino, balsamina, tomaco o, directamente, por su nombre científico: momordica charantia. Incluso hay quien lo confunde con el alficoz, melón serpiente o cucumis melo flexuosus, que es parecido y también pertenece —como la calabaza, el pepino, el melón o la sandía— a la familia de las cucurbitáceas.

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Pero aunque es España, a diferencia de lo que pasa en el sudeste asiático, es un ingrediente desconocido, se cultiva en Murcia o Alicante, entre otras zonas, y puede encontrarse en algunos mercados y fruterías, sobre todo en las que frecuentan inmigrantes, como las del barrio del Raval de Barcelona, por ejemplo.

"En China se come encurtido", explica el experto en verduras Rodrigo de la Calle, chef de El Invernadero y gran conocedor de la cocina de Beijing. "Las famosas tres delicias chinas no son los guisantes, el jamón york y el huevo, como creemos aquí, sino la flor de loto, la judía verde y el melón serpiente".

Como su propio nombre indica, esta hortaliza es una de las más amargas del mercado, por lo que conviene blanquearla antes. El cocinero chino Yong Ping Zhang, conocido como Julio y chef del restaurante madrileño Soy Kitchen, explica que él, después de hervirlo, lo cocina al wok con yema de huevo de pato, ajo y guindilla. Y añade que, según la medicina tradicional china, se trata de un alimento con propiedades beneficiosas para la gente con hipertensión.

En la edición en español de La cocina y los alimentos (2017), Harold McGee se refiere a la momordica charantia como "calabaza amarga", las describe como "de color verde claro, con superficie irregular y verrugosa", y explica que en Asia es muy apreciada, precisamente, por el amargor. Añade que "estudios recientes" han demostrado que pueden ayudar a retardar el desarrollo de cánceres [también se ha estudiado su acción como antidiabético] y detalla que suelen rellenarse o combinarse con productos que moderen su amargor.