Bobo Pulpín: de la tapa tradicional al abordaje del mundo entero
La mascota del nuevo negocio del Grup Iglesias (Espai Kru) es un pulpo pirata que ya ha viajado por medio mundo y que incluso protagonizará una pequeña serie de dibujos animados
Madrid
El pulpo a la gallega está muy rico, pero una de las máximas de Juan Carlos Iglesias es que "comer bien, hoy en día, no garantiza el éxito de un restaurante". Por eso no basta con decir que Bobo Pulpín es uno de los nuevos proyectos de los dueños de Rías de Galicia o Espai Kru (que además son socios de los hermanos Adrià y de los hermanos Messi).
Bobo Pulpín será una pulpería cuyo primer local (porque hay otros tres en marcha) abrirá en menos de un mes cerca de la Catedral de Barcelona. Pero Bobo Pulpín es también un gran proyecto de márketing: muñecos, tazas, conservas, redes sociales, dibujos animados...
Todo surgió tras la renovación (gráfica y gastronómica) de La Cañota. Juan Carlos Iglesias le encargó a la ilustradora Anna Pujadas que crease una colección de personajes asociados al tapeo y, entre ellos, apareció Bobo. Pero el cefalópodo ha ido evolucionando porque primero adquirió la personalidad de un pirata "travieso", luego se convirtió en muñeco (está a la venta por 9 o 12 euros, según el tamaño) y, al final, ha motivado la aparición de un negocio: ¡todo un spin-off hostelero!
Lo más llamativo es la complicidad mostrada por los clientes de La Cañota porque desde el local se lanzó el reto de pasear a Bobo por todo el mundo y la respuesta, según detalla Juan Carlos Iglesias, han sido 3.000 fotografías del muñeco en más de 80 países.
"¡Tenemos fotos del pulpo en las pirámides de Egipto, en Machu Pichu o en el mercado flotante de Bangkok!", cuenta Iglesias por teléfono. Durante su ponencia en la última edición de Gastromarketing, de hecho, comparó a Bobo Pulpín con el gnomo de la película Amelie. Y es fácil seguirle el rastro en Facebook o Instagram.
Pero lo de las fotos del pulpo por el mundo no es solo un divertimento porque, además del clásico pulpo a la gallega, la oferta gastronómica de Bobo Pulpín incluirá especialidades de pulpo al estilo de los países visitados por el muñeco. Y eso no es todo.
"Estamos produciendo una serie de 16 capítulos de tres minutos en la que narramos las aventuras de Bobo y otros dos personajes que hemos desarrollado. Personajes que viven en un acuario que tendremos en cada uno de los restaurantes", explica Iglesias.
Pero tras la promoción de Bobo Pulpín hay una reflexión aplicable a toda la gastronomía española: "Tenemos un problema enorme de comunicación. La cocina italiana se sustenta en dos o tres productos y es fácil contársela a todo el mundo: ¡pizza, pasta y tira millas! Las tapas son algo mucho más genérico y la paella se ha comunicado mal".
Carlos G. Cano
Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...