¿Por qué están tan baratas las fresas?

No es muy normal que, ya a principios de enero, las fruterías estuviesen a reventar de fresas (fresones, en realidad) y, además, a precios realmente bajos. Por eso Tino Mora, que atiende en el puesto Frutas Tino del Mercat de lEstrella de Barcelona, deduce que «algo está pasando en Huelva». Y es que la inmensa mayoría de la producción procede del entorno de Lepe, Moguer y Palos de la Frontera. Vicente Candil, de la empresa mayorista Frutas Candil, con sede en Mercamadrid, también está extrañado. «El fresón de primera calidad suele rondar los 2,5 euros y en estos días lo he llegado a ver por debajo de 1», explica por teléfono. Según datos del Observatorio de Precios de la Junta de Andalucía recogidos por la Agencia EFE, en algunos casos el descenso ha llegado a superar el 50 % en relación con la anterior campaña. Y en Alemania, principal país de destino de la fresa española, el precio del kilo se ha situado en 2,86 euros, frente a los 6 euros/kg de enero de 2015. «Siempre intentan que la producción se adelante, pero este año se ha juntado la campaña de Marruecos con el hecho de que en diciembre ha hecho mucho calor y bastante humedad por las mañanas», explica Candil. Condiciones que han adelantado la maduración una media de 20 días y que, además, favorecen un deterioro más rápido de la fruta. «La exportación está prácticamente cerrada y eso ha hecho que el mercado esté recibiendo cantidades anormales de producto», señala el mayorista. «Además, a pesar de la agresividad de los precios, el consumo está siendo muy tranquilo». En el Blog de Recetas de la Cadena SER hay una buena colección de platos con fresas: crema de petit suisse, gazpacho de fresas, yogur helado con frutas... Pero muchos usuarios de Instagram también se han dado cuenta del buen precio y ya están llenando su feed de platos deliciosos y desayunos saludables. Ahí va una muestra:

¿Por qué están tan baratas las fresas?

La bajada de precios supera el 50 % e Instagram reacciona con platos, postres y batidos

Carlos G. Cano

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