El sargento Bergdahl dejará el ejército de los Estados Unidos

Robert Bowe Bergdahl abandonará el servicio activo próximamente. Por ahora sigue realizando labores de administración en una base militar de Texas. En declaraciones a la SER el abogado y portavoz del sargento asegura que éste quiere estudiar en la universidad y retomar su vida como civil.

Más de dos meses después de su liberación el sargento Bergdahl sigue recuperándose de su cautiverio en una base militar en Tejas donde realiza labores de administración. Durante una semana el que fuera último prisionero de guerra estadounidense ha tenido que contestar a las preguntas de los militares que investigan las circunstancias de su desaparición. Según su propio abogado, presente en el interrogatorio, el sargento ha contestado a todas las preguntas. Para Eugene Fidell, el proceso "no ha sido comprometido ni estresante" para el joven de 28 años acusado por algunos de sus compañeros de abandonar las filas del ejército para unirse a los talibanes.

Según su portavoz, en declaraciones a la SER, Bergdahl no se ha reunido con el presidente de Estados Unidos desde su llegada al país. El prestigiosos abogado de la universidad de Yale, su cliente está "profundamente agradecido" a Obama porque sabe que sin el trabajo de la administración él "habría sido un hombre muerto". Lo que se niega a decir Fidell es si el militar está orgulloso de su labor como soldado en Afganistán. Algunos medios estadounidenses aseguraron que Bergdhal envió una carta a sus padres en la que supuestamente criticaba la actuación del ejército y decía sentirse avergonzado por su papel en la guerra. Estos documentos han puesto en entredicho su lealtad.

Las dudas generadas en torno al sargento han provocado que su vuelta a territorio norteamericano no se haya convertido en lo que Obama esperaba. El presidente de EEUU quería recibir a Bergdahl como un héroe y publicitar la liberación el año en el que su ejército pretende replegarse totalmente de Afganistán. Sin embargo el inquilino de la Casa Blanca ha tenido que hacer frente a las críticas por liberar a cinco talibanes de Guantánamo a cambio del sargento. Bergdahl tampoco ha sido recibido con los homenajes que su familia pretendía. De hecho, según aseguran varios medios del país, Bergdahl no ha querido ver a sus padres en todo este tiempo. Su portavoz ni confirma, ni desmiente este hecho.

Aunque su historia es para muchos similar a la del protagonista de Homeland, lo cierto es que sobre Robert Bowe Bergdahl no recae ninguna acusación formal de desertor, más allá de los rumores y de las declaraciones de algunos de sus compañeros. Bergdahl no emprenderá acciones legales contra ellos, según Eugene Fidell hasta que alguno se lleve esas acusaciones ante un tribunal. Bergdahl ha contado a su abogado cómo cayó en manos de los talibán, su abogado asegura que cree las explicaciones pero rechaza decir si la actuación de Bergdahl durante su desaparición podría suponerle algún problema. El portavoz asume que las declaraciones que el sargento está haciendo ante el tribunal militar se harán públicas cuando la investigación se cierre.

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