El Banco Mundial reclama reformas a los países emergentes
La institución rebaja sus previsiones de crecimiento mundiales para 2014 en cuatro décimas, hasta el 2,8%
Las organizaciones internacionales ya venían avisando, pero esta vez el Banco Mundial lanza la advertencia más clara a las economías en desarrollo: tienen que acometer reformas, o corren el peligro de vivir un descalabro económico cuando merme el flujo de dinero que reciben ahora al consolidarse la recuperación en las economías avanzadas. Lo dice el organismo en su edición de verano de las Perspectivas Económicas Globales, que rebajan las previsiones de crecimiento para 2014 por una serie de acontecimientos vividos a principios de año, como el duro invierno que afectó a Estados Unidos y los enfrentamientos militares en Ucrania.
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El Banco Mundial cree ahora que en 2014 el mundo crecerá un 2,8%, frente al 3,2% que pronosticaba en enero. Esa rebaja afecta tanto al crecimiento previsto para las economías avanzadas (para las que calcula un crecimiento del 1,9%, frente al 2,2% de hace seis meses), como a los países en desarrollo (4,8%, frente al 5,3% que estimaba en enero). Y es sobre estas últimas economías sobre las que el Banco Mundial centra el mensaje: ya van tres años de un crecimiento inferior al 5% en el conjunto de estos países, tasas "excesivamente modestas" para lo que necesitan, según el diagnóstico de la institución.
La receta del Banco Mundial se parece a la que otras instituciones internacionales llevan años exigiendo a la parte más rica del planeta: reformas. Los riesgos no son inmediatos, pero están acechando en el horizonte, dice el economista jefe del Banco: "En el medio plazo [los países en desarrollo] se arriesgan al retrasar los ajustes económicos y de políticas necesarios que les ayudarían a reforzar la resistencia de sus economías a la contracción en la política monetaria que se viviráen los países de altos ingresos", según escribe Kaushik Basu en el prólogo al informe.
El catálogo de las reformas que recomienda el Banco Mundial no es nada original, son las de siempre: para "aumentar el crecimiento de la productividad", aconsejan "reformas en el mercado de trabajo, en los mercados de productos y en la regulación de las empresas" (la experiencia enseña que estas palabras significan quitar derechos y protección a los trabajadores, liberalizar sectores y facilitar y abaratar la creación de empresas). En el frente financiero, el consejo es también de manual (de manual neoliberal, se entiende): "reducir el predominio de instituciones controladas por el Estado". También proponen "mejorar la calidad de las inversiones públicas en capital humano e infraestructuras". Asimismo, plantean la necesidad de mantener déficit y deuda bajo control.
Mucha atención a China
La idea que permea el texto es que, a medida que se consolide la recuperación en Estados Unidos, Europa y Japón, el dinero que ha escapado de esas zonas durante la crisis y que ha apuntalado el crecimiento de los países en desarrollo volverá a las economías avanzadas; el Banco Mundial cree que hay muchas economías que no se están preparando para este viraje, a lo que se suman otras "vulnerabilidades" que se han ido manifestando en los últimos tiempos, como la inflación alta combinada con déficit por cuenta corriente (caso de Brasil, Sudáfrica o Turquía), o elevados déficits (India, Kenia, Malasia).
Especial interés tiene el Banco Mundial en el reequilibrio que está afrontando la economía china, para fortalecer el consumo interno frente a la prioridad que ha gozado hasta ahora el sector exportador. "Reequilibrar la economía [china], a la vez que se minimiza la inestabilidad financiera mientras se frena el crecimiento del crédito y se implementan las reformas financieras es una tarea formidable. El crecimiento en el precio de las casas se ha moderado al haber caído las ventas y la construcción de viviendas, lo que hace aumentar la preocupación sobre el mercado inmobiliario y los préstamos a él asociados. Un desenlace brusco podría tener consecuencias importantes sobre Asia Oriental y los exportadores de materias primas", advierte el informe.
En todo caso, añade el texto, los riesgos sobre la economía mundial a corto plazo han menguado, gracias a la recuperación en los países de altos ingresos y al ajuste gradual que han hecho muchos países en desarrollo. Por eso, ante este momento de relativa calma, conviene hacer las reformas pertinentes, dice el Banco Mundial: "Las condiciones financieras favorables que hay ahora proporcionan una ventana de oportunidad (corta) para poner las economías en orden", según el texto.