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MÚSICA | CRÓNICA

Capman, una rareza musical que suena a jazz, rock y rap

La banda madrileña presentó este viernes en la sala El Sol de Madrid su segundo trabajo titulado 'Mucho amor' en un concierto de poco más de hora y media

La banda durante su actuación en la sala El Sol de Madrid(PRENSA CAPMAN)

La banda durante su actuación en la sala El Sol de Madrid

Capman no es un grupo muy normal. No es una banda de jazz, no es un grupo de rock y no son raperos. Ni siquiera son indies. Capman tiene una serie de ingredientes que hacen que su directo sea firme y divertido. El vocalista de esta agrupación, Nacho Aldeguer, posee una voz bastante adictiva (también es conocido por su faceta como actor y actor de doblaje), la banda, por su parte, es capaz de acercarse a los distintos géneros sin tambalearse y, finalmente, sus fieles seguidores corean desgarrados cada uno de sus temas. Capman presentó este viernes en la sala El Sol de Madrid su segundo trabajo: 'Mucho Amor'.

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La cita musical comenzó con más de una hora de retraso, sin embargo, los seguidores de Capman, que se agolpaban en la calle Jardines en una cola que llegaba hasta Montera, esperaron pacientemente. De la sala El Sol salieron dos magos para amenizar la espera con trucos de cartas, de conejos y manzanas.

El vocalista de Capman, Nacho Aldeguer, se asomó a la calle para saludar a sus fans y para anunciar que el show estaba a punto de comenzar. Y es que los conciertos de este chico despeinado tienen mucho de espectáculo. Hacia las 23:15 horas sonó por fin la primera canción en El Sol. Sobre el escenario guitarras, teclados, batería, un saxo tenor y una trompeta. En la pista, una legión de seguidores enfervorizados cada vez que Aldeguer se acercaba.

El concierto empezó con una canción llena de fuerza titulada 'Padre' con la que los artistas derrocharon en confeti y las guitarras nos acercaron a la parte más rockera de esta banda, que hace equilibrios entre el rock, el rap y el jazz. El público se sabía de memoria todas las canciones, a veces, con temas como 'Never meant to hurt you', se oía más a los de abajo que a los de arriba. Esto a Nacho Aldeguer le encanta.

"Bienvenidos a 'Mucho amor'. Podríais estar en cualquier lugar del planeta y estáis aquí. Esto va a ser un viaje", aseguró el vocalista. Llegó en este punto la primera balada de la noche, 'Adicto', y El Sol se convirtió en un baile de fin de curso en el que los artistas descendieron de la tarima para volver a ser adolescentes. Aldeguer bailó, al menos, con cinco chicas diferentes mientras el público boquiabierto observaba la curiosa escena.

El rap llegó con canciones como 'Y aquí estoy', 'Sorda' y 'Sevilla'. En estos temas las cuerdas, los vientos y los teclados se mezclaban con la poesía. La trompeta llevaba sordina y el saxofonista se esforzaba por tocar piano para que las voces de Nacho Aldeguer, Mario Marzo y un invitado especial, Hovik Keuchkerian, no se perdieran.

Hacia las 12:00 horas comenzó un nuevo pasaje de este concierto en el que sonaron varias canciones de su nuevo disco: 'Una buena persona', 'Amorfo' y 'Astronatuta'. De nuevo Aldeguer se mezcló con el público para terminar subido al 'balcón' de la mesa de sonido de El Sol tras una complicada escalada.

Ya en la recta final de la noche, Capman tuvo tiempo de mostrar un adelanto de lo que será su próximo EP con una canción titulada 'Fear'. En esta parte más íntima, Aldeguer cantó tan solo acompañado de un piano y lució su registro jugueteando con los agudos. Sonó el himno de este cantante, 'Signo de admiración', después 'Aluz' y finalmente la banda al completo improvisó.

De este grupo sorprenden sus letras, el gusto por la poesía, la fusión de géneros y la energía que contagian. Los vientos se lucieron al final y el saxo tenor con el brillo matado terminó exhausto. Los saxos que menos brillan suelen ser los que mejor suenan.

 
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