Un respiro en plena naturaleza para creadores en busca de inspiración
Pausa #1 propone un descanso compartido cerca del Algarve portugués
Imagina que puedes dejarlo todo por unos días. Que coges las maletas y te vas a un pueblo encantador a suroeste de Portugal para idear, descubrir, reflexionar, proyectar, imaginar, leer, estudiar... Allí te espera todo lo necesario para relajarte y trabajar: alojamiento en un apartamento independiente y manutención completamente gratis. Hasta una bicicleta. Todo, a cambio de conversación durante los ratos de la comida con los anfitriones, que viven en la casa de al lado. Ese es el trato de esta pausa, un lugar para reposar y tomar aliento. Un silencio entre dos versos.
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"Vivimos demasiado deprisa, sin tiempo para pensar ni posibilidad de reflexionar por qué hacemos las cosas. Una pausa nos ayuda a seguir adelante o tomar conciencia de que no estamos haciendo lo que queríamos", explica Pablo Berástegui que, tras dirigir PHotoEspaña y, más recientemente, centros culturales como Matadero o Conde Duque en Madrid, ha decidido tomarse su propia pausa junto a Pedro Elizo Curto y compartirla con unos pocos afortunados durante todo el 2014.
La idea de estas pausas nació en Portugal y allí se quedó: "Surgió el verano pasado en las playas de este litoral, como un sueño, como una forma de alargar el verano y lo que significa: tiempo de calidad para uno mismo, contacto con la naturaleza, vida sin horarios", cuenta Berástegui. La casa está en el lugar perfecto para encontrar inspiración: "A tres kilómetros del pueblo de Odeceixe, a través de un camino paralelo a un río cristalino, pasando por granjas y huertas, saludando mientras a porcos, caballos, patos, borreguitos y algún perro guardián que asusta pero no muerde... se alcanza un valle donde está la quinta. La naturaleza es espectacular, romero, anís, castaños, eucaliptos...", relata Lara Sánchez, la primera en disfrutar de ese retiro a Odeceixe. Periodista y directora de ¡Vaya Berlín Tours!, quería aprovechar este paréntesis para avanzar en su primera novela: "Ha significado un tiempo para mí, mi felicidad y mis intereses intelectuales, que pocas veces uno logra en contextos urbanitas o materialistas. Todo un tesoro", explica.
Lara acaba de volver de una pausa de cuatro semanas. Todavía paladea el bizcocho con nueces que vendían en una tasca del pueblo y tiene en la cabeza el croar incesante de las ranas en celo del río Ceixe, que pasa junto a la casa. Recuerda las tardes leyendo junto a la chimenea, los cantos que tenía que esquivar cuando cogía la bicicleta y la arena tostada y fina de la playa, rodeada flores silvestres. Pero para ella, lo mejor ha sido conocer a los anfitriones: "Estábamos muy de acuerdo en los motivos y dinámica del retiro, en el disfrute de la vida sostenible, de un proyecto vital donde prime la generosidad y el sosiego, en un interés por la creatividad y la luz (portuguesa o de mente, en general)".
El objetivo de los organizadores, aparte de tener tiempo para descansar, no es otro que "recuperar la conversación como forma de conocimiento. Ampliar referencias en contacto con otras personas y seguir creciendo, sobre todo, personalmente". Berástegui considera que, además, puede ayudar a personas que considera valiosas "a avanzar en sus recorridos profesionales y aprender de su experiencia". Así, entre barbacoas y paseos, se forja un trato justo. Todos comparten, todos crecen, todos ganan.
La idea es tan tentadora que ya han recibido más de 200 solicitudes de una docena de países. Ya solo quedan un par de estancias por asignarse, el resto del año está completo. La buena noticia es que es proyecto itinerante, "que no depende ni del lugar ni del tiempo", así que afirman que habrá una segunda pausa, incluso una tercera: "Lo que no aseguro es que sea aquí ni el año que viene. Tendremos que volver a trabajar para financiar estas nuevas pausas pero estoy convencido de que, con algunos cambios, volveremos a tomarnos una pausa y buscar el modo de compartirla con otras personas que nos parezcan interesantes", escribe Pablo Berástegui desde la terraza de un bar cercano a la casa donde ha pillado algo de internet.
Pablo Berástegui, director de la 'Noche en blanco', en 'Hoy por Hoy Madrid'
24:38
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Elisa Muñoz
Periodista en Cadena SER desde 2008. Primero en programas como 'La Ventana', 'Hoy por Hoy Madrid' o...