Continúa la recesión, pero más atenuada

Entre abril y junio el Producto Interior Bruto (PIB) bajó en España el 0,1%. Ese fue el retroceso de la actividad económica en relación al trimestre anterior. Con ello se encadenan ocho meses consecutivos de recesión. La caída fue sin embargo muy inferior a la que se había registrado en los dos trimestres anteriores, los peores de la última etapa de la crisis. Sin tomamos los 12 últimos meses, en el último año, la actividad económica ha retrocedido el 1,6 por ciento. Son los datos que esta mañana ha publicado el Instituto Nacional de Estadística.

Tres rasgos caracterizaron la actividad económica del segundo trimestre del año. Primero, el consumo de las familias, que se había desplomado al acabar el año pasado y al comienzo de este, continuó su caída, pero mucho más moderada. Comparado con el trimestre anterior, las familias consumieron tan sólo una décima menos. Aunque la caída del consumo sigue siendo lo más determinante en la recesión, esta vez, su descenso moderado es lo que más ha contribuido a que la recesión se atenúe. Las administraciones públicas aumentaron su gasto ligeramente, algo que no hacían desde hace más de un año. Al mismo tiempo, los datos parecen indicar que las empresas han acometido la reposición de sus equipos, porque subió la inversión en este capítulo.

El segundo rasgo de la actividad económica en el segundo trimestre. Las exportaciones, las ventas al exterior, crecieron con fuerza: aumentaron un 6% respecto al trimestre anterior. Pero esto, que ha sido lo que hasta ahora ha atenuado el desplome de la actividad económica interior, en esta ocasión no lo fue tanto, porque las importaciones subieron casi lo mismo.

Y el tercer rasgo. Lo que gana el conjunto de los asalariados siguió descendiendo. La remuneración de los asalariados cayó un 5% respecto al año anterior, mientras que las ganancias empresariales aumentaron un 3%. Es un fenómeno que se viene produciendo casi sin interrupción desde 2010, aunque en el último trimestre se ha atenuado ligeramente. Además en un año se ha perdido 623.000 empleos a tiempo completo.