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FÚTBOL | LIGA BBVA | MÁLAGA 0 - BARCELONA 1

Adriano solventa un partido peligroso

El Barcelona dispuso de ocasiones para cerrar un resultado que se le pudo escapar a última hora

El brasileño adelantó al FC Barcelona en Málaga(CADENA SER)

El conjunto del Tata Martino, que volvió a partir con Neymar desde el banquillo, venció un encuentro en el que no desplegó el juego del primer partido frente al Levante. El Málaga que no dispuso de muchas ocasiones a lo largo del choque sí pudo empatar con una acción final de Tissone. El gol de Adriano fue suficiente para que el equipo catalán siga colíder.

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El Tata Martino demostró una vez más que el nerviosismo no va con él. Si Messi no puede jugar, aquejado de unas molestias, el técnico argentino decide mantener su hoja de ruta y seguir apostando por la suplencia de Neymar, firme en sus convicciones. Con la ausencia de los dos referentes de ataque, el Tata debió pensar que la Liga es muy larga y hay que madurarla. Al igual que este partido donde dejó en el banquillo a Busquets y Alves de inicio, pensando en el compromiso del próximo miércoles en la vuelta de la Supercopa.

Pero en esta ocasión el escenario no era el Camp Nou, ni el Málaga el Levante. El Barcelona empezó como de costumbre tratando de monopolizar el control del balón, pensando que cuanto más tiempo tuviera la posesión menos llegaría el conjunto de Schuster. El juego azulgrana en los primeros diez minutos era estéril, algo encorsetado como el día del Calderón y en cambio las acometidas locales llevaban mucho más peligro. Presión alta del Málaga y contraataques que terminaron en un disparo de Tissone desde la frontal y un buen centro de Darder.

Schuster sonreía conforme en el banquillo, evidenciando que sus palabras derrotistas días antes sólo habían sido una estrategia para afrontar el choque. Sin embargo, el Barça pareció captar el mensaje y se lanzó directo al ataque. Por un momento se olvidó del 'adn' sagrado de la Masía que relaciona el juego con el movimiento de lado a lado. Los delanteros se lanzaron como cuchillos al área rival, asistidos por el omnipresente Cesc Fábregas, gozando de buenas ocasiones, sobre todo en las botas de Alexis. Al ariete chileno todavía le cuesta entender el juego azulgrana y en numerosas ocasiones escoge la opción errónea.

A estas alturas el conjunto azulgrana ya estaba funcionando con automatismos, los mismos que le hicieron ser un equipo temible. Pedro estuvo a punto de controlar un gran pase de Cesc que le hubiera situado a la distancia de una conversación con el meta Caballero. Un parlamento que sí quiso entablar Iniesta con una magnifica acción en la que dejó sentados a dos defensas malagueños pero que acabó silenciada por el meta argentino.

La imagen de Schuster era ya muy diferente. El técnico alemán se llevaba las dos manos al rostro, en un gesto que no dejaba presagiar nada bueno. Ni siquiera un gran lanzamiento de Antunes, despejado con una gran estirada de Valdés, desconectó al entrenador local de su letargo. El equipo del Tata se había empeñado en abrir el marcador y hasta tres ocasiones claras tuvo antes de lograrlo. Primero un gran centro de Iniesta, cedido de cabeza por Cesc para que Alexis, en boca de gol, se topase con el portero. Entonces Cesc deslumbró con un eslalon abortado en el corazón del área cuando se disponía a finalizar. El último que se sumó a la fiesta fue Piqué con un remate de cabeza tras saque de esquina. Sí, ese era el quinto córner de seis intentos que los culés centraban al área. Otra novedad.

Se aproximaba el final de la primera parte cuando el Barcelona se adelantó de la manera más inesperada, con un disparo de larga distancia de Adriano. Después de todas las ocasiones dispuestas, tuvo que ser un disparo con la zurda desde veinte metros el que abriese el marcador. Willy Caballero ayudó en la acción, al no descifar a tiempo la rosca. Final del primer tiempo y Schuster se empezaba a acordar de su rueda de prensa.

Premonitorio o no, sus palabras sí tuvieron cierto halo catastrófico, el mismo que sobrevuela de vez en cuando la cabeza de Adriano. El lateral brasileño se tuvo que retirar una vez más culpando de su mala fortuna a sus cristalinos músculos. En su lugar entró Dani Alves que ya se imaginaba las incursiones de su compatriota Neymar, quien calentaba en la banda.

El partido proseguía con el mismo guión, sin que nada cambiase el argumento. El Málaga agazapado atrás esperaba una oportunidad en forma de pérdida en el centro del campo que no llegaba gracias al buen trabajo de Alex Song. El camerunés siempre iniciaba una presión en campo contrario que contagiaba al resto de sus compañeros. Con esta tónica sólo podían llegar las oportunidades visitantes. Xavi lo probó con un disparo de falta directa inofensivo y más tarde puso un buen centro rematado de forma heterodoxa por Piqué. Su golpeo con la espalda se estrelló en el travesaño.

Como en toda buena historia la entrada de un nuevo personaje ayuda a dar color a la trama. Era el turno de Neymar que volvió a contar con los treinta minutos decididos por Martino, quizás pocos para un estrella y no un secundario. El entrenador argentino veía peligrar el resultado y Fabrice se encargó de darle la razón. Cualquier equipo puede hacer gol en una jugada aislada y el Malagá no necesitó más. Un envío en largo para Santa Cruz fue bien controlado por el paraguayo que centró atrás para la llegada del joven Fabrice que con todo a favor remató al palo derecho. Un aviso muy serio.

Neymar es un jugador diferente, eso es algo que salta a la vista. Es joven y es carioca: el desparpajo está en sus genes. No especula y le cuesta muy poco crear peligro. El Barcelona hizo bien en encomendarse al brasileño en el tramo final del partido. Sólo necesitó diez minutos para dar muestras de su talento con varias arrancadas que finalizaron con un par de faltas contundentes. La amarilla a Darder ya estaba conseguida, el gol todavía no.

La ocasión llegó minutos después. Nueva conducción de Neymar frenada en falta por Sergio Sánchez. El brasileño tomó el esférico y se saltó la cadena de mando por encima de Xavi. Willy Caballero asistió a la insolencia de Neymar que disparó al palo del portero, aunque esta vez el guardameta estuvo atento.

Peligroso llegar al final de un partido sin haberlo cerrado. El equipo rival siempre tiene una oportunidad de amargarte la fiesta y en esta ocasión el Málaga estuvo a punto de lograrlo. Sebas Fernández remató un buen centro desde la derecha y Valdés respondió con un paradón a bocajarro. El rechazo cayó en los pies de Tissone que con la portería delante no fue capaz de disparar a un lado y remató a las manos del cancerbero culé.

Cuando se amarra una oportunidad así no se suele disponer de otra igual. Neymar sí estuvo cerca de acabar el partido marcando pero hoy no era el día. Está quemando etapas a gran velocidad pero en esta velada no estaba escrito que llegase ese primer gol en el campeonato doméstico. Esta noche el Barcelona y Neymar se tienen que conformar con llevarse un buen resultado de Málaga, en un partido que se complicó a última hora y sin una posible respuesta de Leo Messi.

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Gol de Adriano (Málaga 0 - FC Barcelona 1)

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