El Gobierno se queda solo en su defensa de la reforma educativa

El lehendakari, Íñigo Urkullu, ha hablado este domingo de retroceso para definir la reforma educativa y cree que no vale para Euskadi. Por su parte, el president de la Generalitat, Artur Mas, se ha referido en las últimas horas a una OPA hostil o a una falta de respeto.

Al Gobierno le han venido críticas básicamente de dos bandas: las de la oposición que vincula la reforma con la Iglesia y las de los nacionalistas que sienten atacadas sus propias lenguas.

Sobre esos dos mismos ejes han seguido los mensajes de este domingo. El presidente catalán Artur Mas insiste en que esta reforma ahonda aún más la distancia con España y hoy se ha unido a la crítica el lehendakari Íñigo Urkullu. Ambos ejecutivos han hablado abiertamente de recurrir al Constitucional la nueva ley.

Por el lado de la ideología de la reforma se encuentra por ejemplo Cayo Lara, de Izquierda Unida. "Equipara el saberse el Ave María como el conocer álgebra o conocer matemáticas", ha sentenciado Lara este domingo.

Ni PSOE, ni Izquierda Unida, ni CiU, ni el PNV, ningún partido apoya la reforma mientras los populares se enrocan. Han negado en más de una ocasión que haya intención de adoctrinar a los alumnos con esta reforma y este domingo añaden algo más: esa intención la tuvieron otros antes. "Frente a la propaganda y los eslóganes que es lo que hemos recibido hasta ahora, algunos sean capaces de articular alguna alternativa positiva. El modelo socialista y el nacionalista ha estado más pendiente del adoctrinamiento que de la formación de calidad", ha justificado el portavoz adjunto del PP en el Congreso. Aún así, según ha concluido Hernando, hay espacio para el diálogo.

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