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¿Cómo es la vida en la curia vaticana?

Cerca de 5.000 personas trabajan en la "empresa sobrenatural" del Vaticano que a partir de la ocho de esta tarde operará "en funciones"

Con la renuncia de Benedicto XVI cesarán automáticamente en sus cargos los prefectos y presidentes de los dicasterios, el equivalente a los ministerios vaticanos. Hasta la elección de un nuevo pontífice no se adoptarán decisiones relevantes pero la maquinaria administrativa del Vaticano no se para. El sacerdote barcelonés Miguel Delgado, subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos, explica cómo se trabaja para Dios con medios mundanos en el estado más pequeño y poderoso del mundo

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En las 44 hectáreas del Estado de la Ciudad del Vaticano reside apenas un millar de personas pero trabajan casi cinco veces más. Un crisol de nacionalidades y condiciones, seglares, religiosos y sacerdotes, trabajan en los llamados dicasterios vaticanos, el equivalente a los ministerios en nuestro país. Y entre ellos una docena de españoles ocupan en la actualidad puestos de responsabilidad en el organigrama de gobierno vaticano. Es el caso de Miguel Delgado, un sacerdote barcelonés, nacido junto a la Sagrada Familia, que lleva 14 años trabajando en el Pontificio Consejo para los Laicos. Hace año y medio el papa lo ascendió al cargo de subsecretario, que desempeña actualmente. .

"Digamos que la nuestra es una empresa sobrenatural porque trabajamos para el Papa y para Dios, tenemos una misión espiritual, pero indudablemente para ejercerla necesitamos de medios humanos, para eso estamos aquí". El padre Miguel, que antes de estudiar Teología en Roma ejerció como abogado y trabajó en la Generalitat de Cataluña, explica que en la actualidad ya son más los laicos que los religiosos y sacerdotes que trabajan en el Vaticano y añade que "hay mujeres en todos los dicasterios, aunque en una proporción que apenas puede alcanzar un diez por ciento aproximadamente".

Los laicos se jubilan a los 65 años, los sacerdotes a los 70

El horario en el Pontificio Consejo para los Laicos se aproxima al de muchas oficinas italianas. "Trabajamos de 8.30 a 13:30 de lunes a viernes, y tres días en semana estamos hasta las siete de la tarde". ¿Y es un trabajo retribuido?. La respuesta es que sí. "En el Vaticano hay diez niveles salariales, es una escala parecida en cierto modo al de la función pública en España". ¿Y cuánto es el sueldo medio?. "Es difícil decirlo, pero digamos que podría oscilar entre los 1.000 y los 2.200 euros". Eso sí, explica el padre Miguel que, tras un año de prueba, lo habitual es que si todo ha ido bien, la contratación del personal administrativo en la curia sea de carácter indefinido. "En ese sentido, gracias a Dios, no hay tanta precariedad laboral como en otras partes, hablo en general", añade.

Todo el personal que trabaja en el Vaticano cuenta con su seguridad social y existe también un fondo de pensiones y una edad tasada de jubilación aunque con alguna particularidad. "El personal laico se jubila a los 65 años pero los sacerdotes lo hacemos a los 70", explica.

En el trabajo del padre Miguel, como en el resto de Congregaciones y Consejos que constituyen el gobierno vaticano no se podrán adoptar decisiones de relevancia mientras dure la sede vacante porque los máximos responsables de los órganos pontificios (cargos de designación directa del papa por un periodo de cinco años renovables) cesarán automáticamente en sus cargos coincidiendo con la renuncia de Benedicto XVI.

"Cuando se anuncie "fumata bianca" apagaremos el ordenador y saldremos a la Plaza de San Pedro"

"Una de las primeras decisiones del nuevo papa será justamente la de designar a estos altos cargos, bien confirmando a los anteriores o nombrando a unos nuevos". Mientras tanto, la vida y el trabajo sigue. En el caso del Pontificio Consejo para los Laicos embarcado ahora en los quehaceres de colaborar en la organización de la próxima Jornada Mundial de la Juventud que tendrá lugar este verano en Río de Janeiro.

Eso sí, el trabajo en la curia continuará mirando de reojo la chimenea de la capilla Sixtina, ésa que anunciará a los católicos el nuevo pastor de la Iglesia y al personal del Vaticano también el que será su nuevo jefe. "Sabes que en cualquier momento en los próximos días alguien pasará por el pasillo y dirá "fumata bianca", "fumata bianca". En ese momento supongo que apagaremos al ordenador y nos iremos corriendo a la Plaza de San Pedro para saludar al nuevo papa", explica el padre Miguel.

 
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