Tormenta brutal en Pokhara
Anoche nos despertamos sobresaltados en Pokhara. Una brutal tormenta empezó a descargar con virulencia a las dos de la madrugada hora local. Los truenos parecían bombas y el agua golpeaba los cristales con tanta fuerza que parecía que de un momento a otro iban a resquebrajarse.
Vista del recóndito aeródromo de Jomsom, con el pico Nilgiri al fondo (6.946 metros)(CADENA SER)
Los que nos desvelamos con facilidad ya no conseguimos dormir ni un minuto más. Mi gran temor era que el temporal no amainase y tener que hacer el viaje con esas condiciones. A las cinco de la mañana tocó levantarse porque a las 6.15 salía el vuelo de Tara Air (el nombre nos mosqueó un poco) hacia Jomsom, en la región de Mustang.
Por suerte el sol volvió a aparecer (tal vez Buda, que tiene mucha influencia por aqui, nos echó una mano) y el trayecto de 30 minutos, en un diminuto avión, resultó un lujo contemplando desde el cielo varios de los increíbles colosos del Himalaya que aparecían a izquierda y derecha.
La puerta de entrada al Dhaulagiri
La aldea de Jomson se encuentra en un valle, a 2.700 metros de altitud, y es la puerta de entrada para las expediciones que van al Dhaulagiri y otros picos menores cercanos. Desde allí, mochila a la espalda, comenzamos a caminar durante cuatro kilómetros hasta Marpha, donde realmente comienza el ascenso hacia el campo base de "la montaña blanca", que es la traducción exacta de Dhaulagiri.
Más información
El paseo nos hace sentir unos privilegiados: caminar entre enormes montañas nevadas, junto al cauce del río Kaligandaki,entre caballos nepalíes, cabras, yaks y algunos niños de las familias que cuidan los refugios que encontramos por el camino. Cristina, la mujer de Carlos, con 70 años, cumple como una campeona.
Llamar pueblo a Marpha sería una exageración. Se trata de un conjunto de casas de piedra, madera y uralita con una sola calle que tampoco merece el honor de ser calificada como tal. A veces parece un pueblo fantasma. Es un lugar tan recóndito y anclado en la Edad Media que resulta encantador precisamente por eso. Caminar por él es una regresión al pasado.
Internet o cobertura de móvil son conceptos que aún no han llegado a este abandonado rincón del mundo. Ni siquiera la CocaCola ha logrado hacerse un hueco en este poblacho en el que darse una ducha es lujo y, en la mayoría de ocasiones, poco recomendable
Ascensión y descenso complicado
Desde ese punto iniciamos un ensayo de una hora del duro trekking (con rampas de más del 40% de desnivel) que comenzaremos mañana con dirección a Yak Karka, el lugar donde esta noche debería haber dormido Carlos Soria y el resto de su equipo.
Sin embargo, su descenso, como la ascension, tampoco está siendo fácil. Caminando bajo una intensa nevada tuvieron que ralentizar el ritmo para esperar a los porteadores, que iban mal equipados y estaban pasando mucho frío. Mañana, si las fuerzas no fallan en la exigente subida rompepiernas nos encontraremos con él mientras Cristina espera en Marpha.
La expedición BBVA saldrá en cuanto vean los primeros rayos de sol, sobre las seis de la mañana.Nosotros una hora más tarde. Nos espera un día tan duro como fascinante. Es posible que sea la única vez en la vida que podamos vivir esta experiencia y hay que aprovecharla y disfrutarla al máximo.
