"He comido 80 veces en El Bulli"

Bob Noto es un fotógrafo italiano muy aficionado a la gastronomía. Ha editado un par de libros sobre la cocina española de vanguardia. En uno repasa la obra de los 10 mejores cocineros del país. En el otro, TriBulli, rinde tributo, en exclusiva, al restaurante de Ferran Adrià. Pero más que su trabajo fotográfico, lo que distingue a Noto del resto de mortales es ser la persona que más veces ha comido en el (posiblemente) mejor restaurante del mundo: ¡80! Asegura que hay "50 o 100 platos" que le han cambiado la vida.

Pregunta. ¿Pero no era complicado conseguir una reserva en El Bulli?

Respuesta. Al principio, no. La primera vez que comí en El Bulli fue en 1993 y por aquel entonces era fácil, reservar. Con una semana había suficiente. No había listas de espera ni nada parecido.

P. ¿Ha cambiado mucho El Bulli en los últimos 20 años?

R. Ha evolucionado de forma constante. Cambiaba un poco cada año... Para mí ha sido como ver crecer a mi hermanito porque en el momento no me daba cuenta pero, claro, si comparas lo de ahora con lo de hace 20 años, hay muchos cambios, claro.

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P. ¿Se notó mucho aquel artículo del The New York Times?

R. ¡Seguro! La portada del New York Times y luego la de Le Monde, la de Wine Spectator... También cuando la revista Time eligió a Ferran entre las 100 personas más influyentes del mundo. Todo eso ha influido mucho.

P. ¿A qué restaurante va a ir ahora, cuando quiera comer en un sitio realmente especial?

R. Como El Bulli solo hay uno, pero bueno, hay otros restaurantes... Y si algún día me pongo nostálgico hay uno en Sevilla, en la Hacienda Benazuza, que se llama La Alquería, en el que se pueden degustar los platos de temporadas pasadas. Pero bueno, España, Francia e Italia están llenos de restaurantes que me gustan.

P. ¿No te sientes un poco huérfano, ahora que ha cerrado El Bulli?

R. Un poquito, sí. En la historia de la cocina habrá un antes y un después de Ferran Adrià...

P. ¿Qué plato no olvidarás jamás, de todos los que has probado en El Bulli?

R. He tomado 1.450 platos diferentes así que amar a un plato más que a otro resulta muy difícil. Pero bueno, se puede decir que hay 50 o 100 platos que han cambiado mi vida...

P. También se ha tenido que dejar mucho dinero...

R. Tampoco tanto. El Bulli es un restaurante costoso... pero no caro. Vale lo que cuesta.

P. Además de ser un gran cliente de Ferran Adrià, también eres su amigo. ¿Cómo está ante el reto de la Fundación?

R. ¡Como un niño! Casi como cuando lo conocí. Con muchas ganas de hacer cosas nuevas y diferentes, porque lo que va a hacer no se ha hecho nunca. Transformar el restaurante en algo que... ¡que no sé qué es! A ver qué pasa.