Obispos y futbolistas, unidos por la Roja

En un hecho sin precedentes, los obispos españoles, reunidos en Asamblea Plenaria, han suspendido sus trabajos durante cuarenta minutos para recibir la Copa del Mundo de Fútbol y de paso, una camiseta de la Roja, con la que el presidente de la Federación, Angel María Villar, acompañado por el seleccionador Vicente del Bosque, ha obsequiado al cardenal Rouco Varela.

En medio de una inusitada expectación, y con muchos obispos inmortalizando el momento con sus teléfonos móviles, Villar ha hecho gala de su ferviente catolicismo para declarar solemnemente que "el fútbol y la fe están unidos en España" y para pedir a los obispos que recen por el fútbol español y, si es posible, echen una mano para que nuestro país consiga la sede del Mundial de 2018, decisión que adoptará la FIFA el próximo 2 de diciembre.

Fue el propio Villar el que se ofreció a llevar el trofeo a la Conferencia Episcopal bajo un triple argumento que hoy ha reiterado ante los prelados. "Que la inmensa mayoría de las gentes del fútbol son católicos cristianos, que la Iglesia siempre ha trabajado por el bien del hombre, y que España es un país que no se entiende sin sus raíces cristianas". Villar iba más allá al asegurar que "el futbol español quiere profundizar en todo lo que ustedes representan: sacrificio, trabajo en equipo, juego limpio y humildad".

Villar quiere llevar la Copa al Papa

El presidente de la Federación de Fútbol finalizaba su discurso con dos ruegos y la entrega de un doble obsequio. Los ruegos han sido por este orden, la petición expresa al Cardenal Rouco Varela de que haga de intermediario ante el Papa para llevar también al Vaticano la Copa del Mundo. "Si usted lo consigue, le daré las gracias y además le besaré en la frente", aseguraba Villar entre los aplausos entusiastas de los obispos. "El segundo ruego es que recen ustedes por el fútbol español y para que logremos el Mundial". Acto seguido, el presidente de la Federación de Fútbol hacía entrega al presidente de la Conferencia Episcopal de una camiseta de la Roja con el nombre de Rouco Varela (que el cardenal no se ha puesto) y de una réplica en pequeño tamaño de la Copa del Mundo que ambos han alzado ante la euforia generalizada de los obispos en una sala que hoy registraba aforo completo.

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Cerraba el acto el propio cardenal Rouco Varela que tras ensalzar los valores humanos y cristianos demostrados por la Selección, recogía el guante lanzado por Villar asegurando que intercederá ante al Papa para llevar la Copa a Roma, y añadiendo que "está bien que nos pidan que recemos, pero también les pedimos nosotros a ustedes que recen, y no sólo cuando los jugadores hacen la señal de la cruz al salir al campo, que nos gusta mucho que lo hagan, sino siempre".

La singular asamblea futbolístico-episcopal finalizaba con todos los presentes puestos en pie para rezar una oración. "Aprovechemos", decía Rouco Varela, "para orar todos juntos deportistas y obispos", antes de iniciar una plegaria y rezar tres avemarías.