Aterrizaje forzoso

El presidente del Gobierno ha presentado un durísimo plan de ajuste que se lleva por delante buena parte de sus medidas sociales estrella de los años de bonanza: adiós al cheque bebé; recorte en la ley de dependencia; congelación de las pensiones y, lo que más le puede doler: rebaja del sueldo a todos los funcionarios. Es la primera vez que se hace en democracia. El PSOE vive hoy un día 'horribilis' en el que ha tenido que abandonar su discurso de izquierdas y enfrentarse a un alto coste en la calle.

Zapatero ha tomado las medidas tarde, mal y arrastro. Tarde porque esas medidas llevaban meses sobre la mesa del gobierno; mal porque hace sólo una semana dijo que no hacían falta y arrastro porque han sido Merkel, Sarkozy y Obama los que le han forzado a tomarlas para evitar el desplome de nuestra economía.

Tarde, mal y arrastro pero al menos las ha tomado como le pedía todo el mundo desde hace meses. Ahora habrá que ver si a Zapatero le queda la credibilidad y la autoridad suficiente para que los ciudadanos acepten el tijeretazo. Los españoles están dispuestos a hacer esfuerzos para salir del túnel pero necesitan líderes políticos claros y solventes.

PSOE y PP deberían de dejar por un momento de pensar en las próximas elecciones. Rajoy estaba hoy crecido y tiene razones para estarlo, siempre que no piense en Camps, claro, pero una vez más le ha faltado sentido de Estado y le ha sobrado cinismo, porque presentarse ahora como el defensor de las políticas sociales del PSOE o del cheque-bebe roza la impostura.

Las medidas suponen también una prueba para los sindicatos que han demostrado con creces estos meses su sentido de la responsabilidad. La rebaja del sueldo para los funcionarios que menos cobran y hay muchos es una decisión muy difícil de gestionar pero los millones de parados no han tenido la suerte de tener un puesto fijo como tienen ellos.

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