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BALONCESTO | EUROLIGA

El Unicaja cae derrotado contra el Asseco Prokom

Los malagueños pierden por 50-70

El Unicaja ha ensombrecido su perspectiva europea al caer 50-70 en el segundo partido del Grupo G ante el sorprendente líder, el Asseco Prokom, un equipo que partía como la cenicienta de esta liguilla, pero que cuenta por victorias sus dos encuentros, al contrario que los malacitanos, que se obligan a ganar a partir de ahora todos los partidos que restan de esta liguilla.

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El Unicaja salió dormido, ante un rival dispuesto a apretar el acelerador desde el comienzo, consciente de que, fiel a los pronósticos, el CSKA le había arrebatado, provisionalmente, el liderato de grupo con el que llegaba a Málaga, tras imponerse en Kaunas al Zalgiris por 68-83. De hecho, los hombres exteriores del Asseco impusieron su personalidad sobre la defensa costasoleña, hasta ponerse 0-8.

Sólo a los cuatro minutos de partido encestó su primera canasta el Unicaja, en un atisbo de reacción comandada por Cook. Pero los polacos tenían en Woods a un verdadero martillo pilón, que una y otra vez iba a cercenar las esperanzas de los cajistas, a los que ni siquiera el tiempo muerto solicitado por su técnico, Aíto García Reneses, les sirvió para enmendarse, sobre todo por la rémora que les suponían sus fallos en el tiro exterior.

Incluso así, el primer cuarto señaló tan sólo una ventaja de 4 puntos (13-17) para los visitantes, que no aflojaron el ritmo y, poco después, ya se iban 10 puntos arriba (13-23), bajo la batuta implacable de otro de sus hombres fuertes, Burrell. Incapaz de frenar el ímpetu de un adversario polaco de nombre, pero con un juego netamente americano, el Unicaja ni siquiera podía poner coto a las incursiones de los hombres de menor talla del Asseco.

Con un paupérrimo rendimiento de 3 puntos anotados en 5 minutos, el Unicaja veía como el Asseco Prokom se escapaba con una máxima renta de 15 puntos (18-33), al machacar un triple Ewing. Pero su salida de cancha hizo que el Asecco se quedará momentáneamente sin base, momento que aprovechó el Unicaja para recortar y situarse, tras un robo de Dixon, 24-35.

Al final del segundo cuarto, en que el Omar Cook tiró de su equipo, un golpe de Burrell a Archibald, traducido en una antideportiva a favor de los andaluces, prologaba un triple de Berni Rodríguez, que dejaba el luminoso en un esperanzador 33-37 al descanso.

El tercer cuarto comenzó con claro color verde, porque con un Berni Rodríguez omnipresente el Unicaja se puso 39-41. El Asseco empezaba a notar el desgaste físico realizado, y sus hombres fallaban incluso en recepciones fáciles. Pero el seis veces campeón de Polonia es un conjunto que se apoya en sus individualidades. Porque cuando todos los demás flojeaban le tocó el turno de ''tirar del carro'' a Logan, que mantuvo las distancias en el marcador, a despecho incluso de los fallos en el tiro exterior de su equipo.

Aíto tenía que sentar entonces a una de sus referencias inexcusables, Juan Dixon, cada vez más cansado, al final de un tercer cuarto intenso en el juego, pero parco en la anotación, que el Asseco Prokom concluyó nueve arriba (40-49). Lo cierto es que el Unicaja había disfrutado hasta entonces de once posesiones más que su adversario, pero el desacierto ante el aro le condenaba una y otra vez a ir a remolque.

En el tramo definitivo Berni se echó, una vez más, el equipo a la espalda, combinando la doble faceta de máximo anotador de los suyos y de referencia en defensa. La vuelta a cancha de Dixon marcaba el momento decisivo para el Unicaja, lastrado ahora por los constantes fallos de Jiménez desde la pintura. En fin, los últimos minutos certificaron el hundimiento de los cajistas aunque el público, cada vez más descontento esta temporada, tuvo aún tiempo para dedicarle una pitada al palco.

Primera derrota europea del Barcelona en un intenso encuentro con final polémico

El Partizán de Belgrado sigue haciendo grande en este ''Top-16'' su condición de ''mata gigantes'' después de vencer esta noche al Regal FC Barcelona (67-66), acabando así con la imbatibilidad de los catalanes, en un partido intenso repleto de remontadas, con prórroga incluida y un final polémico en el que los árbitros dieron el triunfo a los serbios.

Fue un mal partido del Barcelona, pero aún así estuvo a punto de hacerse con el triunfo. Dio la vuelta al marcador dos veces pero los 40 minutos acabaron en empate, y en la prórroga, en la que iba por delante, volvió a dejar que el Partizán le diera la vuelta al marcador para acabar ganando y ponerse líder en solitario del grupo.

Sin duda, un final extraño, de locos, en el que el resultado del partido lo decidieron entre la tripleta arbitral y los dos técnicos en una decisión, que se alargó minutos, tomada ante los monitores de la mesa, tiene todos los números para ser decisivo en el futuro y es que ahora, tanto Barcelona como Panathinaikos, están por detrás de un Partizán inesperado.

Última posesión de la prórroga, un punto abajo para los blaugrana. Mickeal tira a canasta y mientras la bola se dirige a canasta se agota el tiempo. El balón, tras una corbata, sale del aro y Roberts la aleja, sin tocar hierro, aparentemente de forma correcta. Sin embargo, cuando el crono se agota no se puede tocar el balón y, en principio, los árbitros dieron la victoria al cuadro blaugrana para después, al creer que el balón no entraba de todas formas, darle la segunda victoria del ''Top-16'' al Partizán, ante los gritos de euforia de un pabellón que no se vació.

Precisamente, un Pionir lleno hasta los tope fue una de las claves del partido. De inicio, dando alas a los suyos para conseguir un 10-0 que dejó helado al Barça. Fue el peor partido de los blaugrana en esta Euroliga y a la vez en el que más trabajaron para intentar conseguir la victoria, sin éxito. Los hombres de Xavi Pascual tuvieron que batallar contra muchos frentes. Algunos, como la ineficacia en el triple, por méritos propios y, otros, como la presión de la afición y el ritmo del Partizán, ajenos a ellos.

Con la peor anotación de los blaugrana en esta Euroliga, el Partizán demostró ser un equipo muy potente en su pista y, por si alguien les daba por muertos antes de empezar, ahora tienen más ganas de demostrar lo contrario. Sólo 24 puntos al descanso, para acabar con 66 al final de los 45 minutos. Hasta esta noche, la anotación mínima en un partido había sido de 76.

Tras una primera parte muy mala, en la que el Barcelona casi tiró más de triple que de 2, con un porcentaje atípico en los blaugrana (2/8 desde 6,25 en el primer cuarto), los catalanes mejoraron su juego, y mucho, en la segunda mitad. Antes, en la primera, los blaugrana vivieron a base de tiros libres y suerte tuvieron de no irse con una renta peor al descanso, y es que la defensa brilló por su ausencia.

Sin embargo, una mayor intensidad defensiva, más cerca de la habitual, y un Ricky Rubio que cogió el timón de un nave huérfana de su capitán habitual -Navarro, desquiciado con los árbitros, acabó con 7 puntos- acercaron al Barcelona a la victoria, hasta tal punto que llegaron a coger 6 puntos de renta.

Cuando el Partizán estaba fuera del partido, el Barcelona no lo supo matar y se intercambiaron las tornas. Los serbios volvieron a anotar mientras que los blaugrana no se encontraban en la pista. Con Navarro ausente, y hombres como Mickeal o Lorbek muy por debajo de su nivel, el Partizán cogió fuerzas para volver a ponerse por delante gracias a un parcial de 13-2.

Un último arreón blaugrana propició el empate a 61 al final de los 40 minutos, gracias a un Lakovic que anotó un triple vital aunque, a su pesar, en la última jugada del partido intentó otro triple en vez de buscar una canasta más fácil. No entró y, tras la citada y complicada prórroga, llegó la primera derrota de la temporada.

 
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