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Reportaje:Inmigr@nte

Los inmigrantes logran que las entidades financieras se flexibilicen ante las hipotecas

En España son 380.000 familias afectadas por las hipotecas de las cuales sólo 19.600 se han organizado en una plataforma para hacerle frente a las entidades financieras. La mayoría de estas familias son de inmigrantes

Un 62% de las 19.600 familias movilizadas por el impago de sus hipotecas son inmigrantes. Pocos se rindieron a perder su piso y retornar a sus países con las manos vacías y la deuda de las hipotecas a cuestas. La mayoría se quedó a dar pelea y están logrando que las financieras revisen uno a uno sus casos y les ofrezcan otras opciones para no perder sus pisos o en caso contrario, no quedar con deudas si optan por devolverlos

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María del Carmen es ecuatoriana y desde hace seis años vives en España con su marido. Hace tres años se compraron un piso en Madrid, pero hace unos meses dejaron de pagar la hipoteca porque Roberto, su marido, está en paro y el sueldo de ella apenas solventa los gastos de alimentación. Acudió en busca de ayuda a la ONG América - España Solidaridad y Cooperación (AESCO) para exponer su caso. Tocó varias puertas, asistió a las reuniones y concentraciones para exigir la flexibilización y revisión de su crédito en su entidad financiera y después de tantas idas y venidas, logró que su caso sea revisado para acceder al sistema de alquiler, mientras se suspenden sus cuotas. "Ha sido un gran alivio llegar a fin de mes y sólo pagar el alquiler y no vivir estresada con la deuda", relata.

Gustavo Fajardo Celis, abogado y asesor de AESCO, explica que este sistema actualmente lo está aplicando La Caixa, previo estudio del caso, y que permite a los afectados vender su piso a la entidad financiera y vivir en alquiler durante cinco años en el mismo, teniendo la posibilidad de volver a comprarlo una vez haya finalizado ese plazo o caso contrario, desocuparlo sin hacer ningún otro pago. El precio del alquiler se fija entre el 50% y 70% de la cuota de la hipoteca o de la capacidad de pago de la persona interesada.

Pero no ha sido el único logro de la unión de los afectados por las hipotecas, que integra a inmigrantes y españoles. De la mano de AESCO han conseguido renegociar con la Caja Madrid y el Banco Santander para "saldar su deuda" sólo con la devolución del piso y sin realizar más pagos como hasta ahora se hacía. "Hoy mismo (ayer) hemos firmado un acuerdo con el Santander para la dación en pago, es decir, que devuelto el piso se acaba la deuda, como sucede en el sistema americano", aclara al explicar que en España los Bancos y Cajas de Ahorro se quedan con la vivienda ante el impago de los créditos pero también "exigen el pago de la deuda".

Los frutos de su lucha

Según la ONG, 250 familias han devuelto el piso por la totalidad de la deuda con Caja Madrid desde que llegaron a un acuerdo y aunque con el Banco Santander se habían dado algunos casos aislados ahora podrán sumarse más familias, según Fajardo. En total se han resuelto 9.500 casos individualmente.

Lograr que las entidades financieras les escuchen o accedieran a estudiar los casos, varias asociaciones afectadas tuvieron que movilizarse y aunar esfuerzos en busca de soluciones de las que ahora empiezan a ver los resultados. "Debemos luchar juntos y el que no quiere perder su piso debe estar aquí en todas las movilizaciones y reuniones. Es un trabajo de equipo", puntualizó el abogado.

Además, la ONG asesora a los afectados sobre la relación directa del euribor con sus hipotecas, que en la mayoría de los casos no les beneficia porque sus créditos tienen un mínimo del 3,5%

Por su parte, las entidades financieras reclaman más ayuda del Gobierno ya que la ayuda de los tres millones de euros sólo beneficia a hipotecas inferiores a los 170.000 euros y por ende, no llega a la mayoría de los afectados

Perder el piso pero quedarse viviendo gratis

Sofía, es dominicana y está en paro desde el pasado octubre y en enero dejó de pagar la hipoteca de su piso, resignada a perderlo ha decidido inventarse un modo de quedarse viviendo en él un tiempo más, aunque el Banco lo remate. "Le hice un contrato de alquiler a un amiga que tiene residencia. He averiguado y no es ilegal, así que puedo quedarme viviendo aquí aunque haya nuevo dueño", relata despreocupada.

Aunque es una opción a la que algunos inmigrantes se han acogido, el abogado Gustavo Fajardo Celis, no lo recomienda al tratarse de un fraude que no tiene validez cuando dichos contratos se han realizado cuando el banco ha notificado la mora al hipotecado.

Inversiones a largo plazo

"Si no estaría pagando la hipoteca de mi piso hace mucho me hubiera ido", afirma Danilo Escobar, de 33 años, que desde hace nueve vive y trabaja en Madrid. Es uno de los pocos afortunados que aún conserva su trabajo en la construcción. "Ya he pagado cinco años y sólo me faltan 15" dice entusiasmado. Sin embargo, su rostro cambia de expresión cuando se acuerda que la pareja de bolivianos que alquila su piso, en Alicante, no le pagan el alquiler hace meses y la hipoteca debe salir ahora de su sueldo. "Están en paro y tienen dos niños. No puedo votarlos. Tenemos que colaborarnos entre nosotros", añade.

La intención de Danilo como la de muchos inmigrantes, que han comprado pisos y ahora se ven ahogados por las hipotecas, es esperar a que pase la crisis inmobiliaria y vuelvan a subir los precios de las viviendas para venderlos y recuperar lo invertido. "Mi piso está en la playa Santa Pola y cuando lo compré en esos años me salió barato pero en un par de meses los precios se fueron a las nubes. Al poco tiempo la misma inmobiliaria que me lo vendió quería comprármelo al doble. Pero ahora no me ofrecen ni la mitad", manifiesta con cara de resignación al aclarar que cuando mejoren los precios lo venderá.

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