Ocio y cultura

La música de Tchaikovsky traspasa los muros de la cárcel de Soto del Real

Unos 200 internos abarrotaban el salón de actos de la prisión de Soto del Real y seguían, en completo silencio, los diferentes movimientos de la sinfonía de Tchaikovsky

Decir que la música "traspasa muros" y ayuda a "sentirse un poco más libres" puede sonar a tópico cuando de una cárcel se trata, pero así lo creían este sábado algunos de los presos de Soto del Real, que asistieron al concierto en el que Tchaikovsky y su Quinta Sinfonía les trasladó "a otro lugar".

No es frecuente que un preso se declare "fan de Giuseppe Verdi" y se sienta "fascinado por Tchaikovsky", ni tampoco lo es que una orquesta de 84 entusiastas jóvenes interprete una de las obras más famosas del compositor ruso dentro de una prisión, pero esta tarde a nadie parecía extrañarle ni lo uno ni lo otro.

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"Con la música desaparecen los barrotes", aseguraba convencido el recluso Paul Denis, poco antes de presentar, junto con Valentino de Cuñado, el concierto que 50 músicos de la Joven Orquesta Nacional de España y 34 de Iberoamérica y Estados Unidos ofrecieron en la prisión.

Este concierto forma parte de la gira homenaje al maestro Abreu, reciente Premio Príncipe de Asturias de las Artes, y ha sido impulsado por el Teatro Real dentro del programa que desarrolla en los centros penitenciarios durante la temporada 2008-2009.

Un programa especial

La elección de Tchaikovsky no es casual. Además de que su música "siempre ayuda a traspasar fronteras", como decía Paul, la sinfonía número 5 "es una de las obras predilectas del maestro Abreu", según Pablo Mielgo, director de la orquesta.

Y se trataba de rendir homenaje a José Antonio Abreu, quien durante 33 años ha transformado la vida de cientos de jóvenes y niños en Venezuela con el Sistema de Orquestas y Coros Infantiles y Juveniles fundado por él.

Unos 200 internos abarrotaban el confortable salón de actos de la prisión de Soto del Real y seguían, en completo silencio, los diferentes movimientos de la sinfonía que, según habían dicho Paul y Valentino en su presentación, Tchaikovsky compuso en una etapa de su vida en la que decidió reconocer su homosexualidad, ese "secreto a voces" que había mantenido oculto durante años, porque en aquella época "podía haberle costado la prisión".

Reflexión posterior

Al finalizar su presentación, calificada luego de "emocionante" por Mielgo, los dos reclusos dejaron una pregunta en el aire: "¿La Quinta Sinfonía es la ilustración de una victoria o de una derrota?" La escuchó, entre otros asistentes, la secretaria general de Instituciones Penitenciarias, Mercedes Gallizo.

Valentino y Paul pertenecen al grupo de reclusos de Soto del Real que participan en un taller de música clásica y ópera. El primero es el que se declaraba "fan de Giuseppe Verdi" y el segundo contaba que las horas que pasan cada día en el taller les ayudan a olvidarse de los motivos que los retienen en la cárcel.

Los internos de esta prisión parecen muy activos. En diciembre estrenarán 'La verbena de la Paloma' y tienen intención de representar una ópera más adelante.

Aplausos de emoción

El silencio que guardaron los reclusos durante la sinfonía, se rompió con los aplausos finales, los "bravo", "bravo" y los gritos de "otra", "otra". "Total, si tenemos todo el tiempo del mundo", decía un interno.

El ambiente se relajó con ¡La boda de Luis Alonso', la primera de las tres "propinas" que regaló la orquesta. Pero fueron 'Amparito Roca' y 'Paquito el chocolatero' los que terminaron de caldearlo y pusieron en pie a los internos, que seguían como nadie el ritmo de los famosos pasodobles.

Directa al alma

Al final, Pablo Mielgo le aseguró a los reclusos que habían sido "el público más silencioso" que había tenido la orquesta. La gira homenaje al maestro Abreu continúa el lunes en el Carnegie Hall de Nueva York y, el 3 de diciembre, en el Arsht Center Miami.

A los internos les había gustado el concierto y no tenían ganas de abandonar el salón de actos. "Los debían repetir cada semana o cada quince días", decía uno. "Con 'Paquito el chocolatero' ya hemos ''llenao", comentaba otro.

Olga, una de las reclusas, estaba encantada con la actuación de la orquesta y afirmaba que actos como el de este sábado "ayudan a relacionarse con el mundo exterior". "Nos ha llegado al alma", subrayaba.

Lo ha dicho Woody Allen en alguna ocasión: "La música es, de todas las artes, la que más hondo llega al alma".

 
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