Zapatero, Brown y Lula plantean crear un organismo global que supervise los sistemas financieros
El presidente del Gobierno español considera fundamental la intervención del Estado para garantizar la distribución equitativa de la riqueza
El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, el primer ministro británico, Gordon Brown, y el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, han apostado hoy por la creación de un "colegio internacional" que supervise y controle a los sistemas financieros. Es una de las conclusiones a las que ha llegado un encuentro organizado por Brown con motivo del inicio de los debates de la Asamblea General de las Naciones Unidas en Washington.
Respaldan así la política de rescate del sistema financiero estadounidense desde el sector público, impulsada por la Administración Bush, y han confiado en un "acuerdo rápido" entre republicanos y demócratas.
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Los asistentes a la reunión han acordado que en las próximas cumbres y citas internacionales se adopten medidas de supervisión internacional de los sistemas financieros, "con normas más estrictas y rigurosas", añadieron las fuentes.
Estado intervencionista
El presidente del Gobierno español, Rodríguez Zapatero, ha reivindicado el papel regulador del Estado, indispensable para garantizar la distribución equitativa de la riqueza, y ha elogiado elogió a países que, como Brasil y Chile, "no han caído en la trampa" de "santificar la desregulación". Zapatero ha denunciado los ataques "al Estado y a lo público" en un acto organizado en Naciones Unidas junto al presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, y el ministro francés de Exteriores, Bernard Koucher.
Los cuatro países, líderes de la Alianza contra el Hambre y la Pobreza lanzada en la ONU hace cuatro años, han firmado una declaración para buscar instrumentos alternativos para financiar la ayuda al desarrollo.
Propuestas económicas
Como propuesta española, Zapatero ha apostado por reducir el coste de las remesas de los inmigrantes, para ayudar al desarrollo de sus países de origen, y destacó el proyecto en el que trabaja con Noruega y otros países para evitar las fugas ilícitas de capital hacia paraísos fiscales.
A su juicio, son necesarios mecanismos que combatan la evasión fiscal e incrementen la transparencia de las transacciones financieras para evitar que dinero que debería contribuir a financiar servicios públicos a través de los impuestos "abandone los canales legales y acabe en cuentas fantasmas en lugares recónditos del planeta".
En este contexto, ha reivindicado el papel regulador del Estado como ente "indispensable" para garantizar los bienes públicos básicos y una distribución equitativa de la riqueza. A su juicio, Brasil y Chile son modelos de economía de mercado donde el Estado juega un papel importante.
"Son países que no han caído en la trampa de aceptar el ataque al Estado y a lo público, de santificar la desregulación; países que se mantienen firmes".
Ayuda al desarrollo
Zapatero ha ratificado su compromiso de destinar en 2012 el 0,7% del PIB español a la ayuda al desarrollo y ha reclamado un esfuerzo internacional para que los Objetivos de Desarrollo del Milenio "no sean una utopía".
En su opinión, es grave y serio que las economías desarrolladas no crezcan por la crisis internacional, pero resulta "sencillamente intolerable" que muchos países no puedan dar de comer a sus ciudadanos.
Lula da Silva ha coincidido con Zapatero en la necesidad de movilizar urgentemente recursos adicionales y estables para el desarrollo, si se quiere avanzar hacia los Objetivos del Milenio, y ha denunciado el efecto de la crisis económica en los países más pobres.
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