Dos ex ministros del presidente Lula serán procesados por los escándalos del 2005
Las acusaciones van desde la apropiación y el lavado de dinero, hasta asociación ilícita y corrupción activa o pasiva
Brasilia
Dos ex ministros del gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva y un ex presidente de la Cámara Baja serán procesados por corrupción, según ha decidido la justicia brasileña sobre los graves escándalos que sacudieron al país en el 2005.
Después de tres días de sesiones, el Supremo Tribunal Federal también decidió procesar a otros 16 del total de 40 acusados, pero dejó el resto de los casos pendientes para la semana próxima, tras unos debates que los propios magistrados consideraron "tediosos" y "extenuantes".
Más información
- Concluye la cumbre UE-Brasil con un acuerdo de cooperación
- Crisis política en Brasil por la tragedia del avión: Lula cesa al ministro de Defensa
- Brasil se convierte en el país con mayor número de delegaciones del Instituto Cervantes
- Lula anima a los empresarios españoles a invertir en Brasil e impulsar su crecimiento
Uno de los casos que no se pudo definir en estas maratonianas y farragosas discusiones fue el del ex ministro de la Presidencia José Dirceu, que en la acusación de la Procuraduría General es calificado como el "jefe de una organización criminal" que desvió al menos el equivalente a unos 150 millones de dólares.
En la sesión de hoy, la primera dedicada a decidir si deben ser abiertos procesos penales contra los 40 involucrados, el Supremo aceptó las acusaciones contra el ex ministro de Información Luiz Gushiken y contra el diputado y ex presidente de la Cámara Baja Joao Paulo Cunha, ambos del Partido de los Trabajadores (PT).
Lavado de dinero
También será procesado por lavado de dinero el ex ministro de Transporte Anderson Adauto, del Partido Laborista Brasileño (PTB), involucrado también en el asunto de los sobornos.
Gushiken será juzgado por el delito de peculado, mientras que Cunha, que presidía la Cámara de Diputados cuando estallaron los escándalos, será acusado de corrupción pasiva, según concluyeron los diez magistrados del Supremo tras unas largas discusiones, en las que cada uno de ellos debió justificar su decisión.
Ambos son importantes dirigentes del PT, fundado por Lula en 1980 y que también tiene entre los 40 acusados a Dirceu y a José Genoino, Silvio Pereira y Delubio Soares, que en el 2005 eran respectivamente presidente, secretario general y tesorero de esa formación.
