La situación en Perú sigue siendo desoladora pese a la normalidad descrita por Alan García

Pese a que el presidente de Perú, Alan García, anunció ayer, domingo, que se daba por concluida la primera fase en la que se organiza la vuelta a la normalidad del país, la situación en Pisco continúa siendo desoladora, sigue habiendo problemas con el reparto de alimentos y todavía no se ha recuperado el suministro eléctrico. El clima es de creciente inseguridad, se producen tiroteos y actos de vandalismo y pillaje.

Sin embargo, García aseguró que ya no hay problemas de seguridad, primer punto que quería controlar su ejecutivo, y que el abastecimiento llega a la población. García quiso enviar también un mensaje optimista en el que dijo que "Pisco quedará más bonito que antes". El presidente hizo además un llamamiento a artistas, cantantes y cómicos para que acudan a las ciudades devastadas y con ello sacar a la gente del agobio psicológico.

En la Cadena SER hablamos con Juri Campos, coordinador del servicio del Somma de Madrid, que se encuentra ahora en Perú. El coordinador aseguró que la información sobre la situación en el país resulta "alarmista" en algunos casos.

Próximamente llegarán a Pisco sistemas de agua potable para la ciudadanía. Además el presidente aseguró que paulatinamente se irán abriendo los colegios con el fin de que los niños no estén ni en los albergues ni en la calle.

Necesitarán ayuda durante al menos tres meses

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Según fuentes de Defensa Civil de Perú, la fase de ayuda urgente en las zonas afectadas por el terremoto deberá extenderse durante al menos tres meses aunque no en la gran cantidad que ahora llega. El organismo ha asegurado que ya tiene organizada la distribución de ayuda después del caos inicial.

En los primeros cuatro días, han llegado al aeropuerto de Pisco unos 250 vuelos procedentes del resto de Perú y de otros países, con al menos un millar de toneladas de ayuda y un ingente número de socorristas, sanitarios y especialistas en desastres.

Ayuda psicológica

De momento, una de las medidas más importantes que la Defensa Civil tiene que ofrecer a los damnificados es la psicológica, pues las personas afectadas padecen un "fuerte sufrimiento que puede llevarlas a crisis y enfermedades posteriores".

De momento, según las últimas cifras oficiales del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI) la cifra de muertos por el sismo se sitúa en 503 y el número de heridos a 1.042.