La Justicia lusa decreta prisión preventiva para 'El Solitario'

El juzgado de Figueira da Foz ha determinado prisión preventiva para Jaime Jiménez Arbe, 'El Solitario', después de que el atracador español compareciera durante más de cinco horas ante un magistrado de esa ciudad lusa.

"Hola a todos, soy El Solitario. ¡Salud españoles!", gritó hoy Jaime Jiménez Arbe al salir, con la cabeza en alto y desafiante, del juzgado luso que decretó su prisión preventiva.

'El Solitario', esposado y vestido con ropa deportiva, fue introducido en un coche de la Policía que partió rumbo a la prisión de Coimbra, la capital de la región, escoltado por otros tres vehículos.

Tras su pista

La primera pista fiable que llevó a la Guardia Civil al 'Solitario' surgió tras su último atraco en Toro. "Ahí se tomó la decisión de insistir en la colaboración ciudadana", explicó en la Cadena SER Joan Mesquida, mando único de Guardia Civil y Policía. "A partir de ahí se recibieron muchísimas informaciones por parte de los ciudadanos". En el momento de su arresto ayer en Portugal 'El Solitario' amagó con disparar a los agentes, pero el fuerte dispositivo le persuadió.

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"Desde junio estábamos seguros de estar ante el atracador solitario. A partir de la información le ubicamos en Madrid, y se inició una investigación. Había un ejército de policías y guardias civiles que le seguían la pista de cerca", ha señalado Mesquida en declaraciones a 'Hoy por Hoy'.

Se ha compartido la información con la Policía Nacional con la que se ha trabajado "codo con codo". El mando único también agradeció la colaboración de la policía judiciaria portuguesa puesto que el arresto final se produjo en ese país.

Mesquida apuntó que se decidió actuar ayer porque desde junio pasado "había un dispositivo de vigilancia muy intenso y permanente" que le seguía los pasos. "Nos sorprendió que se trasladara a otro país en un primer momento".

Amago con disparar a los agentes

Una vez ahí, Jaime Jiménez Arbe -alias 'El Solitario'- estuvo vigilado al entrar en la entidad bancaria de Figueira da Foz, a 140 kilómetros de Oporto, y tanto la policía española como la portuguesa tuvieron que adoptar todas las cautelas pues, como dijo el director del mando único, "estábamos ante una persona muy peligrosa que no iba a dudar en usar las armas en caso de verse acosado".

Al verse acorralado por la policía portuguesa, 'El Solitario', que llevaba encima dos pistolas y una metralleta, hizo amago de disparar, pero el dispositivo policial era tan numeroso que se vio impedido de realizar ninguna actuación, aunque sí intentó coger el maletín donde llevaba las armas, sin conseguirlo.