Detenido en Cataluña el cuarto presunto terrorista de Al Qaeda en una semana
El grupo formaba parte de una misma célula
La Policía Nacional ha detenido en Santa Coloma de Gramenet (Barcelona) a una cuarta persona supuestamente relacionada con la organización Al Qaeda para las Tierras del Magreb Islámico, la misma a la que presuntamente estaban vinculados los otros tres detenidos esta misma semana en Cataluña.
El detenido es Abdellatif Zeharaoui, de 29 años, que al parecer forma parte de la misma célula que los otros tres arrestados, Mohamed Laksir, de 23 años, Moulay Lahoucine Miftah Idrissi, de 27, y Mohamed Akazim, de 32, para los que el juez ya ha decretado prisión provisional sin fianza.
Más información
- Marruecos, en alerta máxima por la amenaza terrorista
- España y Marruecos acuerdan reforzar las medidas de seguridad en el Paso del Estrecho
- Un informe asegura que Al Qaeda está más fuerte que nunca desde los atentados del 11-S
- Al Qaeda podría haber colocado el coche bomba desactivado en Londres
- Líder de Al Qaeda respalda la lucha de Hamás en Palestina
- Detenidos en Barcelona tres marroquíes a los que se relaciona con Al Qaeda
Zeharaoui fue arrestado a última hora de ayer en Santa Coloma de Gramenet, mientras que los otros tres marroquíes vinculados supuestamente con Al Qaeda fueron arrestados el martes en los distritos de Ciutat Vella, Nou Barris y Sants-Montjuic de Barcelona.
La operación, que la Policía da por cerrada tras esta cuarta detención, ha sido llevada a cabo por agentes de la Comisaría General de Información y de la Brigada Provincial de Información de Barcelona.
Las detenciones de estas cuatro personas se han producido gracias a sendas órdenes internacionales de detención para la extradición formuladas por las autoridades marroquíes.
Los cuatro detenidos están supuestamente relacionados con un delito de pertenencia a asociación ilícita para la preparación y comisión de atentados terroristas.
Célula de captación
Los detenidos formaban parte presuntamente de una célula que realizaba labores de captación, reclutamiento, proselitismo y adoctrinamiento en la enseñanza radical de los preceptos islámicos, según la policía.
El objetivo de esta célula, según el Ministerio del Interior, era viajar a los campos de entrenamiento de terroristas que se encuentran en la región africana del Sahel.
Las investigaciones se iniciaron en diciembre de 2005, tras la desarticulación en Marruecos de una estructura terrorista con ramificaciones en España que tenía estrecha conexión con grupos salafistas.