Se desinfla la teoría de que los confidentes avisaron antes del 11-M

Madrid

La teoría de la conspiración sobre el 11-M se desmonta sesión tras sesión. Hoy uno de los confidentes policiales que más ha defendido la supuesta vinculación de ETA en los atentados de Madrid, Francisco Javier Lavandera, ha asegurado que, según su opinión, esta relación era una "chiquillada" de Toro y Trashorras. Además, el policía que le controlaba ha negado que le comunicara dicha relación de etarras con los exmineros. Por su parte, el juez Gómez Bermúdez ha vuelto a expulsar, por tercer vez desde el inicio del juicio, a Rafa Zouhier, confidente policial y supuesto enlace entre la 'trama asturiana' de explosivos y los islamistas que perpetraron la matanza.

Hoy ha sido el turno de uno de los confidentes que han protagonizado más páginas del diario El Mundo y que incluso publicó un libro sobre la 'teoría de la conspiración' junto al periodista Fernando Múgica, que escribe en el citado diario. Francisco Javier Lavandera ha mantenido durante mucho tiempo que ETA tenía alguna relación con los atentados. Incluso hoy ha reiterado ante el tribunal que el procesado Antonio Toro, excuñado de Emilio Suárez Trashorras, le insinuó que podía ganar mucho dinero "si llevaba explosivos al País Vasco para la banda terrorista ETA".

Sin embargo, hoy ante el juez ha reconocido que, en su opinión, Antonio Toro y Emilio Suárez Trashorras no tuvieron "nunca" relación con ETA. "Toro presumía de estas cosas pero creo que fue un alarde, una chiquillada", reconoció el testigo que precisó que no cree que los dos acusados fueran "tan tontos" para "vender explosivos en un club", en referencia al local donde trabajaba Lavandera en verano de 2001.

Según Lavandera, Toro -el 'cerebro' de la trama de explosivos, en opinión del confidente- habló en diversas ocasiones sobre su supuesta relación con los etarras, las enormes ganancias que obtendría "si mataba a alguien para ETA" o sus pesquisas, en 2001, para encontrar a alguien "que supiera montar bombas a través de teléfonos móviles". Además, Lavandera ha afirmado que contó todos estos hechos a la Policía de Gijón y a la Guardia Civil, de la que se llegó a convertir en confidente. El policía que le vigilaba, que también ha testificado hoy, ha negado que le informara de todos estos datos.

Zouhier, por tercera vez expulsado

Únete al canal de WhatsApp de la SER

Pero una vez más, el confidente Rafa Zouhier ha vuelto a protagonizar la sesión de la tarde, al ser expulsado, por tercera vez desde el inicio del juicio del 11-M. El juez Javier Gómez Bermúdez ha ordenado que se le condujera a calabozos, por sus continuos gestos mientras declaraba su exnovia, testigo que le ha acusado de "delincuente", "drogadicto", "violento", "traficante", y de "poner verdes a los americanos y los judíos"".

"Ha estado haciendo continuos gestos y ha vuelto a gritar", ha sido la razón esgrimida por el presidente del tribunal para expulsar de la sala al confidente, que ya ha protagonizado varias escenas tensas desde el inicio del juicio. La exnovia del supuesto enlace entre la trama de los explosivos y los islamistas -y que se enfrenta a 20 años de prisión- ha declarado que a Zouhier le explotó un teléfono móvil, y no un detonador, tal y como este afirmó durante su declaración ante el juez el pasado 27 de febrero. Además, la joven ha aportado al tribunal una carta de Zouhier (que puede consultar en esta página) en la que se ve un avión estrellándose contra las Torres Gemelas, la cara de Bin Laden y un pensamiento en el que pone 'Viva Bin Laden'.

'Manolón' también niega que Trashorras le informara

El último en declarar este lunes, el jefe del Grupo de Estupefacientes de la Comisaría de Avilés, Manuel Rodríguez -'Manolón'-, ha negado ante el tribunal que el confidente al que controlaba, Emilio Suárez Trashorras, le informara antes de los atentados del tráfico de explosivos. Y es que, sólo después del 11-M el ex minero habló de sus contactos con algunos de los procesados.