La mayoría demócrata rechaza el plan de Bush para Irak
El presidente pretende enviar 92.000 soldados más a territorio iraquí
El Comité de Relaciones Exteriores del Senado, dominado por la mayoría demócrata, rechazó hoy el plan del presidente de Estados Unidos, George W. Bush, de aumentar el número de soldados en Irak por "carecer de interés nacional", en una moción no vinculante que fue apoyada por un total de doce senadores y con el voto en contra de nueve miembros del Comité. Los demócratas han asegurado que lo hacen para "salvar" a Bush de "cometer un error".
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El presidente del Comité, el senador demócrata por el estado de Delaware Joseph Biden, destacó tras aprobar la moción que la decisión adoptada no tiene como objetivo "avergonzar" al presidente sino, por el contrario, se trata de "un intento por salvar al presidente de cometer un error en materia de política exterior en Irak".
La medida será debatida la próxima semana en el pleno del Senado y el propio Biden aseguró que con toda probabilidad será modificada para lograr el mayor respaldo de la Cámara Alta. El nuevo plan de Bush para Irak ha contado con la oposición frontal de la mayoría demócrata pero también con el rechazo de congresistas republicanos.
Incrementar las tropas
El plan presentado por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, era incrementar el número de efectivos con los que cuenta el Ejército norteamericano en Irak. Esto supondría para el presupuesto nacional un gasto adicional de alrededor de 70.000 millones de dólares (53.990 millones de euros), según una estimación inicial del Departamento de Defensa.
El secretario de Defensa, Robert Gates, cifró en unos 92.000 efectivos, entre miembros del Ejército (65.000) y los Marines (27.000), los que reforzarían a las tropas que hay destinadas actualmente en territorio iraquí.
Sólo un senador la apoyó
En este sentido, el senador republicano por el estado de Nebraska, Chuck Hagel, que se ha convertido en el único senador conservador en apoyar la propuesta, justificó su voto al alegar que antes de enviar cerca de 22.000 nuevos soldados americanos a territorio iraquí se debía conocer perfectamente lo que se estaba haciendo.
Por su parte, el vicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, aseguró que la medida adoptada por el Comité no cambiaría, aunque fuera aprobada por el pleno del Senado, la nueva estrategia de la Casa Blanca para Irak, ya que el único control que tiene el Senado es sobre el presupuesto, pero no sobre el envío de tropas.