Las concentraciones de repulsa al último atentado evidencian la división ante ETA

Madrid

Las concentraciones de repulsa convocadas este mediodía en distintos puntos de España para condenar el último atentado de ETA han evidenciado, una vez más, la división de los partidos y agentes sociales ante el terrorismo y el proceso de fin de la violencia. Ni la brutal acción de los etarras ayer en el aeropuerto de Barajas ha rebajado el grado de tensión entre los partidos y de la AVT con el Gobierno central.

La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) se ha concentrado este mediodía en la Puerta del Sol de Madrid para "gritar alto y claro que con los asesinos de ETA no se debe negociar", y a la que han acudido varios dirigentes del Partido Popular. En la marcha, en principio silenciosa, se han escuchado numerosos gritos e insultos contra el presidente del Gobierno, y se han vuelto a ver pancartas en referencia a las "incógnitas del 11-M". Los manifestantes han acudido luego a la sede central del PSOE donde han proferido insultos y han lanzado huevos contra la fachada.

En un comunicado, la asociación presidida por Francisco José Alcaraz considera que el Gobierno "también debe pedir perdón a todos los españoles y rectificar su política antiterrorista por haber permitido que ETA vuelva a ser la de hace unos años y haber retrasado su desaparición".

A la misma hora, la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) ha celebrado cinco minuto de silencio en todos los Ayuntamientos de España contra ETA y por la paz. La FEMP representa a los consistorios de todos los partidos, pero se da la circunstancia de que en Madrid, el alcalde del PP, Alberto Ruiz Gallardón, ha llamado a asistir no a la concentración del Ayuntamiento que dirige, si no a la protesta de la AVT, donde ha sido recibido entre tímidos aplausos y abucheos de "traidor".

En la concentración del Ayuntamiento de Sevilla, se han registrado enfrentamientos entre algunos manifestantes, con gritos e insultos contra el presidente de Gobierno, lo que ha obligado al delegado de Gobierno a dejar la marcha.

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Mientras, el presidente del PP, Mariano Rajoy, ha asegurado en Pontevedra que "si el Gobierno quiere luchar con contundencia, con la Ley, con el Estado de Derecho y con los instrumentos que brindaba el Pacto Antiterrorista, el PP estará detrás del Gobierno". Para el líder 'popular', "la respuesta del atentado no puede ser suspender una negociación que nunca debió iniciarse", y ha pedido al Ejecutivo "cordura y sentido de la realidad".

Desde el PSOE, el secretario de Organización, José Blanco, ha insistido que para su formación "el único responsable de estos asesinatos [si se confirma la muerte de los dos desaparecidos] es la banda terrorista" y echó en falta que el PP "no responsabilizara a ETA de lo sucedido y dirigiera su mirada hacia el Gobierno de España".