La UE autoriza el vino con virutas de roble sin obligación de advertirlo en la etiqueta
El etiquetado cumplirá ciertas condiciones para evitar la competencia desleal con los vinos de barrica
La Comisión Europea ha aprobado el reglamento que autoriza la utilización de trozos de madera de roble, como las virutas, en la elaboración de vino. La CE ratificó este miércoles la normativa, ya acordada por los expertos de los Veinticinco, que establece las condiciones para permitir el empleo de las virutas de madera.
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Los productores comunitarios podrán añadir madera a los vinos, si cumplen ciertas condiciones en el etiquetado, para evitar la competencia desleal con aquellas bodegas que optan por las barricas o toneles de roble. Solamente los vinos en cuyo proceso de elaboración se hayan empleado barricas, toneles u otro recipiente de madera podrán indicar en su etiqueta: "fermentado" "envejecido" o "criado" en barrica o tonel. Esas indicaciones estarán prohibidas para los vinos a los que se les han añadido las virutas o trozos de madera.
Asimismo, en los registros del sector vitivinícola y en los documentos de transporte que adjunten los vinos elaborados con virutas o serrín deberán mencionar que se ha hecho uso de esta práctica.
El reglamento señala que el añadido de virutas o trozos de roble para elaborar vinos da al producto un gusto "a madera" similar al que puede saber un vino envejecido o fermentado en barrica. Por este motivo, "es difícil para el consumidor medio determinar si el caldo ha sido elaborado con uno u otro método", lo que puede suponer una competencia desleal.
Recurrir a las virutas puede ser interesante económicamente para los productores y tener un impacto en el precio de venta del vino, lo que entraña un riesgo de engaño para el comprador final si el vino al que se han añadido virutas contiene expresiones confusas que hagan pensar que ha habido envejecimiento en barriles. Según la normativa, las exigencias en el etiquetado evitarán ese tipo de engaño y la competencia desleal.
Esta práctica enológica está admitida por la Organización Internacional de la Viña y el Vino, según el texto aprobado.