Irán desoye las presiones de la ONU y mantendrá su programa nuclear

Hoy se cumple el plazo que asumió Irán para responder al emplazamiento de Naciones Unidas en torno a su programa nuclear, emplazamiento que tiene como fecha límite el 31 de agosto. Salvo sorpresa de última hora, el régimen de Teherán va a desoír las presiones de la ONU y las amenazas de Estados Unidos. Ayer, el ayatolá Jamenei, máxima autoridad religiosa del país, dejó claro que no piensan renunciar al programa de enriquecimiento de uranio.

Con un tono desafiante, el líder de Irán aseguraba por televisión que su país va a continuar con fuerza el plan nuclear. Miembros de su gobierno anunciaban que muy pronto se pondrá en marcha un proyecto para la producción de "agua pesada", utilizada como refrigerante en los procesos de fisión del uranio.

Jamenei ha acusado también a los países occidentales de tratar frenar con sanciones el progreso de su país. "Las potencias opresoras encabezadas por Estados Unidos tienen miedo del desarrollo de los países islámicos en diferentes ámbitos y por eso presionan", dijo Jamenei, quien añadió que "la República Islámica de Irán ha tomado su decisión y seguirá su camino confiando en (la ayuda de) Dios", añadió el máximo líder iraní.

Por su parte, el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, asegura que si Irán insiste en sus objetivos, tendrá que sufrir las consecuencias de las medidas adoptadas por la comunidad internacional, aunque ha puntualizado que su deseo es resolver el problema dentro del Consejo de Seguridad de la ONU.