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Villepin se mantiene firme mientras siguen las manifestaciones contra el contrato para jóvenes

Sigue el pulso con los sectores afectados

Los estudiantes franceses vuelven hoy a las calles para protestar contra el Contrato de Primer Empleo del Gobierno (CPE) de Dominique de Villepin. El primer ministro se mostró hoy abierto a mejorar el contrato laboral para jóvenes (CPE) pero rehusó retirarlo.

En una reunión con diputados de su partido, la Unión para la Mayoría Presidencial (UMP), el jefe del Gobierno indicó su disposición a negociar con los sindicatos sobre los dos puntos más criticados del contrato de primer empleo (CPE), según informaron varios legisladores.

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El Contrato de Primer Empleo impuesto en un decreto-ley prevé, entre otras, el despido sin justificar de los menores de 26 años durante los dos primeros meses de trabajo. El ministro de Economía ya ha reconocido que se está en "fase de diálogo", aunque sin concretar los posibles cambios. Entre esas mejoras podría estar la reducción del periodo de prueba y la exigencia de justificar siempre los despidos.

No estaba claro que hubiera algún anuncio en la reunión de Villepin con los diputados y senadores de la UMP esta noche, pese a las presiones de ciertos miembros de este partido para que haya propuestas "concretas" sobre la mesa antes del próximo martes.

Para ese día los sindicatos franceses convocaron una nueva jornada de movilizaciones.

Jornada de hoy

Mientras, unos 40.000 estudiantes se manifestaron en varias ciudades, según la policía nacional, que indicó que en total hubo 37 detenciones y tres agentes heridos leves. En París, después de que finalizara la marcha de unos 5.000 manifestantes a los gritos de "el CPE es la precariedad. Huelga hasta su retirada", unos 50 encapuchados se enfrentaron con la policía cerca de la universidad de la Sorbona.

En Rennes (oeste) jóvenes anti-CPE ocuparon un edificio público, mientras que en Besancon (este) paralizaron la estación de trenes.

Investigación sobre el sindicalista en coma

Mientras, el ministro de Interior, Nicolas Sarkozy, prometió a una delegación de sindicalistas y de militantes de derechos humanos una investigación "transparente" sobre el caso del sindicalista herido de 39 años en enfrentamientos entre manifestantes y la policía el pasado sábado en París y que sigue en coma, con un pronóstico vital reservado.

Algunos testigos dicen que fue "pisoteado" por los agentes, otros indican que recibió porrazos o puñetazos, mientras que un agente de los servicios de socorro dijo a los investigadores que el interesado le había contado que fue golpeado por manifestantes.

Tampoco está claro quien llamó a los servicios de urgencia y cuál era el estado del sindicalista cuando fue llevado al hospital, donde se descubrió que tenía 2,7 gramos de alcohol en la sangre.

 
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