Una doctora y una farmacia pagarán 71.550 euros a una mujer a la que deformaron el rostro
Además, sufre alteraciones del estado de ánimo por las que tendrá que recibir tratamiento médico de por vida
La doctora de un centro de estética que suministró un tratamiento antienvejecimiento a una paciente y los tres farmacéuticos barceloneses que comercializaron el producto que le fue inyectado deberán indemnizar con 71.550 euros a una mujer de 49 años por las deformidades que le han dejado en el rostro.
Además de indemnizar a María Pilar, junto al resto de los condenados, por las lesiones y secuelas que le ha dejado el tratamiento, la doctora Martínez deberá pagar una multa de 1.800 euros por una falta de lesiones por imprudencia.
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Los hechos, que se juzgaron a principios de este mes, datan de diciembre de 1999, cuando María Pilar S.M. acudió al centro de estética Forgradem de la capital catalana para someterse a un tratamiento de relleno de arrugas faciales.
En el citado centro fue tratada por la doctora Margarita Martínez, quien le puso varias inyecciones del citado producto de silicona que le originaron una reacción alérgica que le han dejado como secuelas "deformidades en la cara, así como una reacción ansioso-depresiva con somatizaciones funcionales y alteraciones en el estado de ánimo" por las que tendrá que recibir tratamiento médico de por vida.
El producto en cuestión es el Biopolímero 350, un componente de silicona de polidimetilsiloxano cuyo implante no está autorizado mediante cánula o aguja y cuyos distribuidores "no tenían autorización para comercializarlo ni en España ni en ningún país de la Unión Europea", según señala el juzgado de lo penal número 3 de Barcelona.
Por este motivo, la sentencia condena además a los tres farmacéuticos que comercializaron el producto a penas que van de dos años y seis meses a un año y seis meses de prisión por un delito contra la salud pública.
