Las medidas de seguridad aumentan en Montecastillo
La plantilla del Real Madrid cerró el segundo día de pretemporada en Montecastillo con un suave entrenamiento vespertino, testificada por una presencia policial que aumentó considerablemente para garantizar sinsobresaltos el trabajo a los jugadores, ante la pasión de 1.000 aficionados en las gradas y cerca de 250 que se quedaron fuera.
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Tras la paliza matinal, Josè Antonio Camacho preparó una suave sesión para cerrar la jornada. Entrenamiento de una hora de duración y con la presencia continua de balón, que sirvió como primera toma de contacto con el nuevo esfèrico con el que se jugará la Liga para Casillas, Helguera, Bravo, Mejía, Samuel, Beckham, Zidane, Raúl y Morientes, últimos madridistas en incorporarse a la pretemporada.
Camacho quiere trabajar en la intimidad por la mañana. Es el momento en el que incide en el aspecto físico. Por la tarde, cuando aparece el balón, permite la entrada de los aficionados que hoy, sábado, abarrotaron las gradas del campo principal y protagonizaron escenas de pasión y nervios ante sus ídolos.
Tras la accidental llegada del Real Madrid al aeropuerto de Jerez, con seguidores descontrolados que llegaron a zarandear a David Beckham y tocar masivamente la cabeza de Roberto Carlos, el cuerpo de seguridad de la ciudad andaluza ha querido evitar cualquier incidencia.
El Real Madrid entrenó ante 1.000 aficionados que recogieron su entrada en el Ayuntamiento de la localidad y disfrutaron de cada jugada de los madridistas cantando todos los goles que se produjeron en el partidillo. Otros 250 se quedaron a las puertas de Montecastillo sin recibir el permiso de la guardia civil al no tener entrada de acceso.
Hasta diecisèis guardias civiles vigilan las gradas y evitan que los aficionados salten al campo y no interrumpan la sesión de trabajo. Junto a ellos hay doce vigilantes de seguridad privada que controlan los accesos a Montecastillo así como los movimientos de cada jugador madridista en el trayecto que separa el campo de entrenamiento de su habitación en el hotel. El dispositivo de seguridad lo completan cuatro guardias motorizados que dan vueltas al recinto evitando que los aficionados sin entrada se cuelen.
Sobre el campo y bajo 27 grados de temperatura, Camacho juntó por primera vez a todo su grupo. Repartió a los jugadores en tres equipos y tras quince minutos de juegos con el balón simulando un partido de rugby y marcando goles con la cabeza, completaron toda la sesión con partidos a mitad de campo.
De esta forma, Camacho intensifica la preparación con la buena noticia de que aún no hay ningún jugador con molestias físicas ni con los típicos problemas musculares de pretemporada. Tan sólo Beckham tras un disparo defectuoso, se tuvo que aplicar una crema en el pie, que no impidió que acabase con normalidad el entrenamiento.