Giscard: "Es mejor no tener Constitución que tener una mala"
El ex presidente francés advierte de que las malas constituciones acaban en revueltas o revoluciones
Valery Giscard D'Estaing ha asegurado que el desmembramiento del texto de la Constitución europea propuesto por la Convención que el presidió "nos amenaza". Giscard ha asegurado que es mejor "una ausencia de Constitución que una mala Constitución", puesto que "una Constitución mutilada encerraría a Europa en una estructura inadaptada".
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Además, el ex presidente de la Convención cree que "no sería útil alargar" los debates de la Conferencia Intergubernamental (CIG) si "no tienen el nivel apropiado de voluntad política". Para Giscard, si las reclamaciones de cada país siguen inspiradas por los intereses nacionales en vez del espíritu europeo, no tendría sentido ampliar la CIG durante la presidencia irlandesa.
El propio Giscard ofrece una alternativa a la prolongación de los debates: "Un plazo de reflexión en el que la sociedad civil, los ciudadanos y los jóvenes, tuvieran tiempo de expresarse". Las elecciones europeas de junio serían un momento adecuado para ello.
En su discurso, muy aplaudido por los diputados asistentes a la reunión en Bruselas con los representantes de los parlamentos nacionales, la Eurocámara y el ministro italiano de Exteriores, Franco Frattini, el político francés ha asegurado que "el papel de la CIG es aprobar y mejorar la propuesta de Constitución que hay sobre la mesa, pero no debilitarla".
Giscard ha defendido la propuesta que la Convención elaboró bajo su presidencia porque "es equilibrada, ya que no se concibió para tratar de forma diferente a ningún país, ni grande, ni mediano, ni pequeño", y "coherente", ya que "no se puede desintegrar".
REVUELTAS Y REVOLUCIONES
Para el responsable del borrador de Constitución que ahora estudia la UE, "las malas constituciones, injustas con los ciudadanos, acaban en revueltas o revoluciones". "No se trataría en este caso de barricadas, sino de una dislocación de la UE, bien a través del bloqueo del trabajo de la Comisión Europea o de la imposibilidad de lograr en 2006 un acuerdo mutuamente aceptable sobre las perspectivas financieras", ha añadido.
Giscard ha recordado que las buenas constituciones están hechas para durar tiempo, incluso varios decenios, como la Constitución norteamericana, y que son fruto de un trabajo minucioso y "no de un compromiso improvisado de última hora".