Rajoy, cuestionado por su tranquilidad

El suelo en la calle Génova está algo resbaladizo. No es habitual, es un tabú casi en la historia del PP que sus dirigentes se contesten en público y entren en esas contradicciones.

Algunos dirigentes consultados hoy se preguntan si Rajoy intenvendrá de forma más contundente para cerrar esa polémica con Gallardón o la polémica con Mayor Oreja.

Los que le conocen dicen que no es previsible que vaya más allá en sus declaración templada de hoy: "Que lo explique Gallardón porque lo lleva en su programa". Es decir, no va a desautorizar ni al alcalde de Madrid, ni a Rato y esperará a que escampe para que pasados los días se olvide la polémica. Así es su personalidad y su forma de hacer las cosas.

En el PP había preocupado, y mucho, el envite de Gallardón porque podría contagiarse a otros ayuntamientos en el momento en el que se aprueban los presupuestos y, de ahí, que el lunes salieran Rato y Arenas a defender lo que es una de las bazas electorales del partido. Una de las bazas que Gallardón cuestiona en plena precampaña de marzo y también en plena campaña catalana.

Hay dirigentes que se preguntan también si este perfil que presenta el nuevo candidato, más templado, tendente a evitar confrontaciones, dejar hacer... va a ser efectivo en los próximos meses con unas generales en puertas o haría falta demostrar más autoridad para tapar esas discrepancias internas que, en la época de Aznar, nunca ha permitido que se aireen en público.

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De momento, ahora mismo, todo el mundo tiene la vista puesta en las elecciones de marzo y eso es lo que más preocupa.