La película rusa "El regreso", León de Oro en Venecia
El director japonés Takeshi Kitano, León de Plata
El Festival de Venecia dio este sábado a conocer a un nuevo talento del cine, el ruso Andrey Zvyagintsev, cuya película, "Vozvraschenie" ("El regreso"), ganó el León de Oro de la Mostra.
Como en pocas ocasiones, el Festival de Venecia estableció un palmarés que puede calificarse de justo, ya que todos los premios están bien atribuidos y apenas pueden ser objeto de discusión.
Nacido en 1964, Zvyagintsev fue actor teatral antes de ponerse en 2000 detrás de la cámara para rodar tres capítulos de una serie de suspense en la televisión rusa, pero "Vozvraschenie" es su debut en el largometraje, lo que también le ha valido el galardón de Venecia a la mejor ópera prima.
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El jurado presidido por el realizador Mario Monicelli acertó de pleno al considerar a "Vozvraschenie" la mejor cinta del Festival, porque se trata de una obra de una factura impecable, en la que el guión, la fotografía y la interpretación son de altísimo nivel.
La cinta cuenta la conmoción que en dos niños causa la llegada inesperada de su padre, al que no recordaban, ya que no tenían noticias de él desde que les abandonó, diez años atrás, sin que la madre les hubiera dado nunca una explicación.
Otro drama humano está vinculado a esta extraordinaria película, ya que uno de los actores, Vladimir Garin, de quince años, murió hace dos meses trágicamente.
El director recibió el premio de manos de los hermanos Taviani y se emocionó al recordar al joven Garin, a quien dedicó el triunfo.
La influencia de la literatura de Fedor Dostoievski y el modo de dirigir de Michelangelo Antonioni, Robert Bresson y Andrey Tarkovsky están en la base de las ideas cinematográficas de Zvyagintsev, quien se siente atraído por los temas trascendentes y se considera cercano a la conciencia religiosa del ser humano.
Venecia reconoció también a la bienintencionada "Le cerf-volant", ("Las cometas"), de la libanesa Randa Chahal Sabbag, una tierna y simpática historia, muy bien narrada, sobre la vida en la frontera libanesa-israelí en los años 60, con un tono costumbrista y optimista que le valió el Gran Premio del Jurado.
El cineasta japonés Takeshi Kitano, que cuenta con una legión de aficionados en Venecia, logró el galardón al mejor director con "Zatoichi", una estupenda revisión de las clásicas cintas de samuráis, en el habitual tono desmitificador de Kitano, que conjuga aventuras y humor con un ritmo que tampoco olvida las referencias del cine japonés.
Los galardones a los mejores intérpretes no dejan lugar al debate, ya que la magnífica actuación del estadounidense Sean Penn en "21 grams", del mexicano Alejandro González Iñárritu, había convencido a todos.
Como actriz, la alemana Katjia Reimann, en "Rosenstrasse", también tiene una actuación merecedora del premio que el jurado le concedió.
Como es habitual, el jurado tenía que "barrer" para casa en algún momento y, por fortuna, no lo hizo en las categorías más destacadas, aunque atribuyó el premio a la contribución individual relevante al guión de Marco Bellocchio para "Buongiorno, notte", que él también dirige y que recrea la cautividad y asesinato del líder democristiano Aldo Moro en 1978 por las Brigadas Rojas.
El intérprete revelación fue la joven marroquí Najat Bessalem, con una buena actuación en "Raja", aunque este galardón podría haber tenido otros destinatarios.
La sección competitiva "Controcorrente", abierta a obras más arriesgadas en temática y lenguaje cinematográfico, premió como mejor película a la convincente "Vodka lemon", del kurdo iraquí Hiner Saleem, pero no olvidó la interesante "Schultze get the blues", al atribuir el galardón al mejor director al alemán Michael Schorr.