Fuego y chinchetas
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Prueba superada: el Cruïlla despide su edición más difícil con "un concierto importantísimo" detrás de otro

Fuel Fandango, León Benavente, Dorian, Morcheeba, Leiva e Izal protagonizan la última jornada de un festival que ha relanzado al sector y que, según la organización, ha servido para prevenir unos 3.000 contagios

El grupo Izal durante el concierto ofrecido en la tercera y última jornada del festival Cruïlla, este sábado en Barcelona. / Marta Pérez (EFE)

Barcelona

Superada la novedad del sistema de cribado con test de antígenos, la tercera (y última) jornada del Cruïlla 2021 se ha ido pareciendo, cada vez más, a un festival como los de antes. Todos los artistas, eso sí, han compartido su emoción desde el escenario por lo que Amaral definió el viernes como "un miraje". Leiva, por ejemplo, ha asegurado que se trataba de un concierto "importantísimo" en su carrera. Pero lo que se ha visto este fin de semana en el Parc del Fòrum de Barcelona, en realidad, ha sido un concierto importantísimo detrás de otro.

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Tras la cancelación del concierto del británico Tom Walkers por problemas logísticos relacionados con la pandemia, el Cruïlla informó a última hora de que también suspendía el concierto de quien había de sustituirle, Xoel López, por motivos médicos. "La última piedrecita en el camino hacia la correcta celebración de una edición histórica", decía el comunicado de la organización.

El festival contaba con un aforo total de 25.000 personas, pero el aumento de la incidencia frenó la venta de entradas y ha hecho que parte del público no acudiera. La jornada del sábado, con 19.000 asistentes, ha sido la más concurrida.

Un éxito a pesar de todo

El director del Cruïlla, Jordi Herreruela, señaló en rueda de prensa que el festival ha sido "un éxito total", celebrando el buen funcionamiento del dispositivo anticovid a pesar de que solo el 70% del público ha cumplido correctamente el uso de las mascarillas. Una circunstancia contra la que la organización ha luchado con todas sus fuerzas —con mensajes por megafonía y contratando a un pequeño ejército de controladores—, pero que ha dejado en evidencia que hay gente que, incluso en circunstancias extremas, pone sus intereses por encima de los del colectivo.

Herreruela, de todas formas, aseguró que en Liverpool se celebró una prueba piloto en un festival con test de antígenos y sin mascarilla, y no se registraron contagios, por lo que es de esperar que, en un sitio tan bien ventilado como el Parc del Fòrum, situado junto al mar, tampoco se produzcan

A las 19.20 de este sábado, de todas formas, ya se habían realizado 43.764 test, detectando 269 positivos por COVID. Según el director del Cruïlla, al haber tenido que contratar a tanto personal no está claro que "salgan los números", pero el festival "ha prevenido entre 2.500 y 3.500 contagios".

Música, humor y gastronomía

Tras la actuación rumbera de Joan Garriga, la tarde del sábado contó con el reggae políglota de Iseo & Dodosound como principal aliciente. Pero luego tomó el relevo Coque Malla, quien alternó sus medios tiempos con canciones más rockabilly, como la célebre Adiós papá, uno de los grandes éxitos de Los Ronaldos. Otro de los grandes reclamos del día fue Leiva, quien puso a casi 20.000 personas a cantar los estribillos de temas como Superpoderes o Lady Madrid, con la que se despidió.

Más allá de los conciertos, de todas formas, el Cruïlla ha confirmado su condición de festival que cuida los pequeños detalles. Algo evidente al recorrer la oferta gastronómica, con food trucks avalados por los criterios de cercanía de Gastroteca, y también en la interesante propuesta del escenario Cruïlla Comedy, donde el público indie —por qué no decirlo— tuvo que refugiarse durante horas.

Una de las cuestiones más tratadas por los humoristas, de hecho, fueron las acusaciones de acoso sexual recibidas por Mikel Izal en 2018. Acusaciones que no le han llegado a suponer una condena en los tribunales, pero sí un juicio moral por parte de la sociedad española e incluso por parte de algunos colegas de profesión, que hasta le han dedicado canciones al asunto. "Chicas, si queréis ver a Izal, no os preocupéis, ya os buscará él", dijo una de las monologuistas.

Izal, en dos escenarios a la vez

Pero está claro que los argumentos expuestos por Mikel Izal han convencido a buena parte de sus fans porque su concierto del Cruïlla ha sido uno de los más largos —más de dos horas— y también uno de los más masivos.

La actuación arrancó con la flamante Meiuqér (réquiem, al revés) interpretada con todos los músicos reunidos alrededor del vocalista alavés, casi como si fuera una oración colectiva. Y a continuación, una dosis de Autoterapia y otra de Ruido blanco. Guitarrazos con los que la banda entró enseguida en zona de confort.

De hecho, para un grupo adicto a la épica, como Izal (que hasta en los vídeos de apoyo recurre a una suerte epopeya espacial), las circunstancias eran óptimas: primer gran concierto tras un año y medio de pandemia, y su disco "más personal" (como respuesta a un escándalo mediático, en plan ave fénix), a punto de salir.

"Nada está siendo muy fácil últimamente", aseguró Mikel Izal. "Pero se me ha olvidado la letra de la primera canción y eso me pasa cuando estoy muy feliz".

Ceremonia tribal

El concierto de Fuel Fandango fue otra catarsis, solo que en este caso haciendo gala de la fuerza y la originalidad de una propuesta que fusiona pop, electrónica y flamenco —Delaporte les debe más de lo que parece—, y que en directo parece un rito chamánico o una ceremonia tribal. pop, electrónica y dejes flamencos, ceremonia tribal. "Llevamos un año y medio esperando este momento", dijeron.

Nita estaba desatada y demostró que, además de contar una voz poderosísima, también es una front woman total porque fue mutando a lo largo del concierto: intérprete de flamenco, gogó de discoteca, malabarista con abanico... La banda incendió el Cruïlla con temas como Despertaré, Iballa, Always searching o Salvaje, y tan bien se lo estaba pasando Nita que presentó el último tema contra su voluntad: "Yo me quedaba toda la noche... o Toda la vida".

León-Benavente-Barcelona

Bastante más sobrios empezaron León Benavente, quienes repasaron su repertorio yendo de menos a más, pero tocando todos los hits —y no son pocos— de sus tres discos: La piedra que flotaEstado provisionalLa ribera, Ánimo, valienteTipo D... El éxtasis y el despiporre, de todas formas, llegó con Gloria, Disparando a los caballosAyer salí y, como colofón, la infalible Ser brigada.

Las últimas horas del Cruïlla sirvieron para que Morcheeba presentara las canciones de su nuevo disco, Blackest Blue, para que Dorian se reencontrara —pop electrónico mediante— con el público de su ciudad, y para que el mítico DJ Amable pusiera el colofón de una fiesta casi milagrosa.

Carlos G. Cano

Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...

 
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